Los colectivos de insectos cumplen una función importante en los hábitats de todo el planeta, el estudio de sus estructuras y maneras de organización son de gran interés para el mundo científico.
En específico, la manera en la que se organizan las hormigas para construir sus terrarios y el grado de trabajo en conjunto hace que sean consideradas como un superorganismo al que investigadores de diferentes áreas se han enfocado en estudiar.
Un grupo de especialistas encabezados por Daniel Kronauer de la Universidad Rockefeller de Nueva York, descubrió que las pupas de hormigas (un estadío donde el insecto pasa por una metamorfosis, previo a convertirse en adulto) brindan un servicio crucial a la colonia.
En su artículo “El fluido de muda de la pupa ha desarrollado funciones sociales en las hormigas”, publicado en la revista Nature en noviembre de 2022, los científicos estadounidenses especificaron que los cuerpos de las hormigas, cuando pasan por esta fase, producen una sustancia similar a la leche, lo que ayuda a proveer de nutrientes importantes a todo el grupo.
“Esta secreción provoca un comportamiento de cuidado parental y es rápidamente eliminada y consumida por los adultos”, describieron los especialistas, quienes además aseguraron que de no consumir este líquido podría ser mortal para las hormigas, puesto que podrían desarrollar infecciones y posteriormente morir.
Un descubrimiento que tardó décadas
En entrevistas para la revista National Geographic los mirmecólogos Lauren Keller de la Universidad de Lausana en Suiza y Bert Hölldoobler de la Universidad Estatal de Arizona, se dijeron sorprendidos por este hallazgo, que al parecer funge de pieza clave dentro de todo el mecanismo de organización de las hormigas.
“No había visto esto antes, a pesar de observar hormigas durante tres décadas. Tengo mucha curiosidad y comenzaré a hacer mis propias observaciones lo antes posible”, comentó Laren Keller después de ser consultada ante dicho descubrimiento.
El académico de la Universidad Estatal de Arizona dijo que tenía sospechas hace algunos años cuando vio a las hormigas adultas acercándose a las pupas, sin embargo no se volvió a enfocar en el tema.
Este descubrimiento muestra, que incluso las hormigas en “edades tempranas” tienen un papel importante entre la compleja estructura de su sociedad.
La pupa genera interdependencia
Los investigadores de la Universidad Rockefeller consideraron que este líquido “lechoso” ha provocado que las pupas tengan nuevas funciones sociales, lo que muestra una interdependencia entre las hormigas “bebés”, larvas y adultos.
“Es probable que esta secreción tenga efectos adicionales de largo alcance sobre las larvas y otros miembros de la colonia”, aunaron los autores del estudio.
Toda la colonia consume “la leche”
La integrante del equipo de investigación que descubrió esta secreción “vital” fue la becaria postdoctoral Orli Snir, quien trabajó por primera vez con hormigas gracias a este proyecto. Tras la observación de un grupo de estos insectos se percató que este comportamiento no estaba registrado anteriormente en literatura científica, lo que provocó que la investigación se enfocara en este tema.
Para averiguar si toda la colonia de hormigas estaba consumiendo este líquido, Snir puso colorante azul en la abertura donde salía la secreción y reintegró a las pupas dentro del grupo.
Al poco tiempo los investigadores se percataron que las hormigas y larvas que se acercaban a las pupas y tomaban de esta secreción, comenzaban a tener las entrañas de color azul.
Kronauer, líder del estudio, consideró que este líquido “lechoso” funge como “pegamento social” que mantiene unido al grupo, gracias a los gran cantidad de nutrientes que proporciona; por lo que en lugar de ser miembros “pasivos”, son un punto neurálgico en la organización de las colonias de esta especie.
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