Uno de los sectores más afectados por la explosión del reactor número 4 de la central nuclear de Chernobyl en Ucrania del 26 de abril de 1986, fue la fauna que se vio obligada a adaptarse a las condiciones radiactivas presentes en el ambiente.
A casi 40 años de este desastre que soltó 400 veces más radiación que la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima en 1945, este lugar al norte de Ucrania se ha convertido en una de las mayores reservas naturales de Europa, al albergar una gran diversidad de especies en peligro de extinción.
Después de este proceso de adaptación por parte de las especies, Germán Orizola y Pablo Burraco de la Universidad de Oviedo en España, se percataron sobre el cambio de color que presentaban las ranas que han vivido en esta zona durante los últimos años.
Germán Orizola, explicó en su artículo para la revista científica The Conversation, “Las ranas negras de Chernobyl nos muestran la evolución en tiempo real”, que tras el estudio de 200 machos capturados en diferentes localidades de la zona, la coloración oscura “es típica de ranas de localidades que están dentro o cerca de las zonas más contaminadas” por la explosión.
En 2016 el mismo grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo se percataron de la presencia de ranas completamente oscuras en la zona, por lo que decidieron encontrar una explicación de cuál fue el factor que les permitiera sobrevivir a costa de cambiar su color.
Una respuesta evolutiva
Basado en los resultados su investigación “Radiación ionizante y melanismo en las ranas arborícolas de Chernobyl” publicado en Wiley Online Library, Germán Orizola y Pablo Burraco explicaron que el cambio de color surge como una respuesta evolutiva tras estar expuestas a la radiación.
“Se sabe que la coloración oscura protege contra diferentes fuentes de radiación al neutralizar los radicales libres y reducir el daño del ADN”, detallaron los especialistas suecos.
La pigmentación de melanina (sustancia que ayuda a la protección de la piel) funge como un mecanismo de defensa que presentaron estos anfibios en las zonas más cercanas a la explosión.
Los científicos estiman que han pasado diez generaciones de ranas desde el accidente, por lo que el sentido de supervivencia y de selección natural podría ser la explicación por la que estas ranas han comenzado a habitar la Zona de Exclusión de Chernobyl.
La función de la melanina
En general esta sustancia natural es la encargada de dar color a la piel, cabello y al iris de los ojos de las personas, no obstante también se encuentra entre la dermis de algunos anfibios.
Su principal función es reducir los efectos negativos que puede generar la radiación ultravioleta y es capaz de absorber y disipar parte de la energía de las ondas radiactivas, por lo que una de las posibles respuestas por la que las ranas presentan diferentes tonalidades de negro estaría en la melanina.
German Orizaola explica que las ranas oscuras sobrevivieron mejor a la radiación y mostraron una reproducción con más éxito, por lo que este avance en el estudio de las ranas de la zona representa un gran avance para entender la función de esta sustancia.
“El estudio de las ranas negras de Chernobyl constituye un primer paso para entender mejor el papel protector de la melanina en ambientes afectados por contaminación radiactiva”, concluyó Orizaola.
La investigación sobre esta especie que ronda por la zona norte de Ucrania ha quedado en pausa ante la guerra con Rusia, por lo que el investigador español espera que la comunidad científica pueda regresar a estudiar los procesos que han sufrido la flora y la fauna del lugar.
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