El canibalismo es el acto de asesinar a otro individuo de la misma especie para alimentarse parcialmente de su cuerpo, en los humanos esta práctica data desde hace más de 800.000 años y tiene una estrecha relación con la fe y religión que profesaban en los tiempos de la prehistoria. No obstante, en el mundo animal es un acto común que podría ayudar a la evolución de la especie.
El herpetólogo Bryan Maritz, de la Universidad del Cabo Occidental en Sudáfrica, describió en su artículo “El grado subestimado del canibalismo y la ofiofagia en las cobras africanas”, publicado por la revista Ecology en 2019, que la dieta de las cobras del Cabo está constituida entre un 14 y 43 % de otras víboras y un 4% de miembros de su propia especie.
Específicamente en las serpientes, este acto está relacionado a la pelea entre ellas ya sea por alimento o el apareamiento, “es tentador presuponer un vínculo entre el combate de machos y el canibalismo”, explicó Maritz, cuyas declaraciones fueron retomadas de la revista National Geographic.
Otras especies como la viuda negra practican el canibalismo sexual, la hembra devora al macho durante el apareamiento. El tiburón mako se alimenta de huevos o embriones menos desarrollados durante la gestación, lo que es considerado como canibalismo intrauterino.
Neuza Rejane Wille Lima, doctora en Ecología y Recurso Naturales por la Universidad Federal de Sao Carlos y profesora de la Universidad Estatal del Norte Fluminense, describió en su libro “Tipos de canibalismo - Ecología, evolución y sociedades” publicado en 2022, los diferentes tipos de canibalismo que hay en el mundo animal.
“El canibalismo puede traer ventajas en el escenario reproductivo porque implica la reutilización de la energía y la eliminación de los individuos menos aptos para la procreación”, describió la investigadora brasileña, en cuanto el canibalismo como un recurso de “selección natural” en el mundo animal.
Los tipos de canibalismo
La mayoría de los investigadores que se han dedicado al estudio del canibalismo en los animales consideran que es una relación ecológica inarmónica, pero que trae consigo un beneficio para las especies.
“El canibalismo favorece a la descendencia, puesto que se elimina al menos apto de la agrupación y favorece a las crías, ya que las madres canibalizan a los machos menos aptos o se dejan comer en defensa de sus crías”, describió Wille Lima en su libro.
Además del canibalismo sexual e intrauterino, se encuentra la antropofagia filial, fraternal y matrix.
El filial es cuando los animales adultos se comen los huevos, larvas o crías más jóvenes, que tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir en su entorno; esto desencadena que muchos de los animales jóvenes huyan de sus progenitores.
El canibalismo fraternal, a diferencia del anterior, tiene un sentido estricto para la reducción de la población y favorecer a los sobrevivientes de la misma.
Por último, el matrix es el “más extremo” de los tipos de canibalismo, puesto que la madre se come a sus propios hijos; éste es más visto en las especies que no tienen extremidades como las serpientes.
La diferencia con los humanos
Bill Schutt, profesor de Biología por la Universidad de Long Island, describió en su libro “Canibalismo: Una historia natural”, que este acto es frecuente en el reino animal, y la única diferencia que hay con los humanos es la representación cultural y simbólica.
“El canibalismo es muy común en el reino animal y los humanos no son una excepción. De hecho, lo que nos diferencia de otros animales son los rituales, las referencias culturales y los tabúes”, describió el biólogo estadounidense.
Existen registros de que los seres humanos realizaron el canibalismo desde hace cientos de miles de años, en la cueva de Gran Dolina, en el norte de España, fueron descubiertos los restos de hombres que realizaron este tipo de actos.
Bill Schutt consideró que se dejó de consumir carne humana en los últimos milenios ante los peligros de salud que representa.
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