Las aves migratorias en América del Norte son cada vez más pequeñas, un cambio que los investigadores atribuyen al clima que se calienta rápidamente, revela un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) examinaron más de 30 años de datos de aves macho adultas de 105 especies de aves que migran a través de América del Norte. Descubrieron que entre 1989 y 2018 la masa corporal de las aves disminuyó un 0,6% de media, según un estudio publicado días atrás en la revista Nature Ecology and Evolution.
La especie que “experimentó el mayor cambio a lo largo del tiempo” fue la golondrina arbórea (Tachycineta bicolor), según la autora principal del estudio Casey Youngflesh, ecóloga cuantitativa de la UCLA y becaria posdoctoral presidencial en el Programa de Ecología, Evolución y Comportamiento (EEB) de la Universidad Estatal de Michigan. En este pájaro cantor, conocido por su llamativo plumaje azul iridiscente, la masa corporal disminuyó casi un 3%.
Los datos utilizados en este estudio proceden del programa Monitoring Avian Productivity and Survivorship (MAPS), que forma parte del Institute for Bird Populations, una organización sin ánimo de lucro con sede en California que estudia el declive de las poblaciones de aves y cuenta con 1.200 estaciones de anillamiento en toda Norteamérica.
Entonces, ¿qué es lo que está provocando la disminución de las aves, especialmente en un periodo de tiempo tan corto? Los científicos sospechan que el cambio climático es el culpable más probable, y las aves se están adaptando en consecuencia.
“Si sos una persona grande y estás en un ambiente frío con una persona más pequeña, probablemente seas capaz de soportar el frío un poco mejor que una persona más pequeña”, dijo Youngflesh a Live Science. “Esto realmente se reduce a la superficie y el volumen. Como persona más grande, perderás menos calor que una persona más pequeña. Lo mismo se aplica a las aves”.
Los científicos también descubrieron que el tamaño de un ave norteamericana depende en gran medida de su lugar de residencia, incluso en el caso de aves de la misma especie. “Vemos que las aves se hacen más pequeñas con el tiempo en respuesta al cambio de temperatura y observamos lo mismo en el espacio”, advritió. “Por ejemplo, un cardenal que vive en una zona muy cálida de Estados Unidos va a ser generalmente más pequeño que un cardenal en un clima muy frío, así que hay un efecto espacial que está ocurriendo”.
A la inversa, aunque algunas especies de aves están disminuyendo de tamaño, sus alas no siguen el mismo ritmo, lo que hace que tengan alas más grandes en relación con su cuerpo. Esto es especialmente cierto en el caso de las aves que viven a mayor altura.
“Si alguna vez has pasado un tiempo en una zona elevada, es más difícil respirar porque hay menos partículas de aire, lo que hace que el aire sea más fino”, explicó Youngflesh. Para los pájaros, el aire más fino a mayor altitud se traduce en una menor sustentación. Señaló como ejemplo los helicópteros. “Hay pilotos que no vuelan a gran altura por la falta de sustentación”, añadió.
La experta se apresuró a señalar que este cambio en el tamaño del cuerpo no se produce en todas las especies de aves migratorias de Norteamérica. “En algunas especies, no se están haciendo mucho más pequeñas y el efecto no es tan grande como en otras especies”, detalló. “Y eso podría deberse a una serie de factores que son importantes para el tamaño y la forma de las aves, como la elevación de su hábitat”.
“A medida que aumenta la altitud, por ejemplo en una montaña, suele hacer más frío. Pero las aves son en realidad más pequeñas allí, y eso tiene que ver con la importancia del vuelo”, concluyó la especialista.
Seguir leyendo: