Un gato anaranjado con ligeras líneas atigradas identificado como Smells, acaparó hace unos días la atención de todas las medidas de seguridad del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, después de que fuera sorprendido dentro de una maleta de un pasajero que tenía como destino Orlando, Florida.
A una semana de que el felino intentara llegar a Disneylandia, reapareció en redes sociales junto a una gran cena por el Día de Acción de Gracias, donde disfrutó de un buen corte de carne, puré de papá, vegetales y una copa de vino tinto.
Lisa Farbstein, portavoz de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), compartió a través de su cuenta de Twitter la actualización de la historia de Smells, quien fue “atrapado” en el aeropuerto el pasado 16 de noviembre.
“Smells, el gato que fue rescatado por la TSA después de que intentara colarse en una maleta que viajaba a Orlando, disfrutó el Día de Acción de Gracias en su casa en Brooklyn. Aparentemente, planeaba perseguir a un gran ratón que vive en Disneylandia”, escribió Lisa Farbstein en su cuenta de Twitter.
Entre los usuarios que comentaron la publicación, la mayoría mostró incredulidad ante la historia, debido a que creen imposible que un felino sea capaz de colarse de esa manera entre las maletas, a lo que algunos amantes de estos amigos peludos respondieron “entonces, nunca has tenido gatos. Es algo que definitivamente harían”.
Otras personas que siguieron el caso desde la primera publicación de la TSA en sus redes sociales, se mostraron contentas por saber algo sobre Smells, a varios días de que fuera encontrado en el aeropuerto.
Él no sabe que es famoso
La cuenta de instagram Alex August (dueño del gato) contó a través de sus stories todo el recorrido de Smells hacia el aeropuerto; en la sección fijada en su perfil se ven las fotos desde donde está en la pantalla de los rayos X, hasta posando con el periódico impreso donde cuentan su historia.
Los dueños del aventurado gato dieron una entrevista para el New York Post en donde contaron cómo se dieron las cosas y el por qué terminó en una maleta en el aeropuerto JFK de Nueva York.
“A nuestros gatos les gusta mucho revisar bolsas y cajas, uno de ellos se metió al equipaje. Fue solo un accidente”, comentó la mujer de 37 años al periódico estadounidense.
En las redes sociales sus dueños compartieron un video en donde se ve a Smells tratando de entrar una vez más en una maleta, para demostrar que no fue un intento de robo o secuestro.
Los gatos y las maletas
Hay diversas razones por las que un gato tiene un gusto extremo por las cajas, maletas, bolsas o lugares cerrados. La curiosidad es una de las principales razones por las que los felinos prefieren estar dentro de estos objetos, como buenos animales con instinto cazador les gusta explorar todo lo que hay a su alrededor.
Al igual que los perros, los gatos utilizan sus cinco sentidos para poder entender lo que hay en su entorno, es a través del tacto con las superficies, el olor de los lugares, como comienzan hacer las relaciones de lo que es bueno o malo para ellos.
El sentido de seguridad y comodidad es otra de las razones por la que estos amigos de cuatro patas prefieren estos lugares en lugar de su cama.
El asesor de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad a los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés), Stephen Zawistowski, explicó en entrevista para el canal de YouTube, Slate, que estos lugares les brindan confianza porque no pueden ser vistos.
“A los gatos les gustan las cajas porque son animales crípticos y les gusta esconderse. Una caja les da un espacio seguro para ellos”, comentó el especialista.
Como buenos mamíferos, los felinos pasan la mayor parte del día dormidos, por lo que pasar desapercibido y no ser molestado durante sus casi 20 horas de sueño es muy importante para ellos.
SEGUIR LEYENDO: