Convertirse en el amigo de tu gato parece ser una misión muy difícil de conseguir, en más de una ocasión sus actitudes frías pueden ser interpretadas como hostiles y se suele llegar a pensar que realmente no te quiere.
Estudios han demostrado que estas mascotas son capaces de crear lazos afectivos con los humanos, sobre todo con los que dependen de manera directa, es decir, con quien le proporciona alimento, agua y cualquier otra cosa que satisfaga sus necesidades. Sin embargo, hay otra forma de estrechar aún más ese vínculo.
Un estudio publicado por la revista Scientific Reports demostró que los gatos no son tan fríos como se piensa y que son muy susceptibles al movimiento de los ojos de las personas. La comunicación entre las humanos y los animales domésticos se da de diferentes maneras, no solo a través del habla, por lo que todos los sentidos influyen en esta acción.
Tasmin Humphrey, Leanne Proops, Jemma Forman, Rebeca Spooner y Karen McComb, los autores del estudio, descubrieron que los felinos responden de una manera amistosa cuando hay “secuencias de parpadeo lento”.
“Los gatos tenían una mayor propensión a acercarse al experimentador después de una interacción de parpadeo lento que cuando habían adoptado una expresión neutra”, comentaron los especialistas en su investigación.
El grupo de especialistas adscritos a la Facultad de Psicología de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, destacaron que durante los últimos años se ha investigado sobre la comunicación entre animales y humanos, sin embargo la interacción con los gatos es un campo en el que hace falta demasiado por explorar.
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Los gatos son capaces de demostrar expresiones tanto negativas como positivas, además de que son sensibles a las señales emocionales que muestran los humanos, aseguraron los especialistas.
Con base en estas teorías, se realizó un experimento para demostrar cuál era la mejor forma de acercarse a los gatos, a pesar de que seas un completo desconocido para ellos.
El parpadeo lento
Los gatos que fueron puestos a prueba estuvieron dentro de sus hogares, con la finalidad de generar un ambiente doméstico y cómodo, se estableció a las personas que fueran entrar a la habitación que no generaran interacción con el animal por un breve lapso del tiempo y solo en ocasiones tenían que parpadear de manera lenta.
Las expresiones de los felinos fueron capturadas por cámaras que fueron puestas en diferentes partes de la habitación.
La primera fase del experimento logró demostrar que los felinos responden con un parpadeo lento después de que los humanos lo realizan, como si fuera una forma de respuesta.
En la segunda parte, la indicación a sus dueños fue que esperaran a que su gato estuviera atento a sus movimientos y respondieran con el parpadeo lento de los ojos después de que sus mascotas lo hicieran.
A pesar de que se esperaba que la respuesta fuera igual en esta segunda acción, hubo una diferencia y fue que los gatos se acercaban a los humanos como parte de una acción adicional a este estímulo.
La felicidad en los gatos
Los especialistas concluyeron que este movimiento en los ojos genera una emoción positiva en los gatos, lo que representa un gran paso para entender a futuro cómo se da la interacción con los humanos.
“Nuestro estudio proporciona la primera investigación sistemática del papel del comportamiento de parpadeo lento en la comunicación gato-humano. Mostramos que estas interacciones parecen ser una experiencia positiva para los gatos”, comentaron los investigadores de la universidad inglesa.
Para los animales de compañía las personas desempeñan un papel importante para desarrollarse en su entorno, por lo que entender las señales que mandan a los humanos hará que la interacción con las mascotas mejore.
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