Ciertos poderes extrasensoriales, tal vez producto de un mayor desarrollo de sus sentidos naturales, ayudan a los animales a predecir terremotos o percibir actividades de un supuesto modo sobrenatural.
No solo los perros y los gatos tienen habilidades innatas, producto de su evolución sensorial, condición que les permite a muchos animales predecir fenómenos naturales.
Gracias a la increíble agudeza de su olfato, a su oído muy perceptivo, a la posibilidad de la percepción barométrica ambiental y a otras cualidades, los perros, los gatos y otros animales pueden sentir los cambios de la presión atmosférica y de la gravedad, como así también la deformación del suelo, detectar ciertas señales acústicas, sentir las mínimas vibraciones generadas por microgrietas, oler las más pequeñas emanaciones de gases y de otras sustancias químicas, avizorando catástrofes con anticipación.
Se demostró que el 20% de los perros y 30% de los gatos podían presentir con una anticipación de tres horas los fenómenos sísmicos. Un día antes de que ocurriera un sismo, algunos animales mostraban conductas inusuales como ladrar frecuentemente y de modo compulsivo, mostrándose atemorizados, con tendencia a esconderse, huir y a morder a sus tutores.
En el caso de los gatos la manifestación más frecuente fue maullar con intensidad y frecuencia inhabitual.
En el 2004, muchos animales comenzaron a huir hacia las montañas horas antes de que ocurriera el devastador tsunami de Indonesia. Se cree que los animales percibieron el desastre que estaba por venir y su instinto les dictó que estaban en peligro.
Ampliando el horizonte de las percepciones ya hay perros que son capaces de detectar cáncer en seres humanos, sin duda producto de sus 300 millones de receptores olfativos y su maravillosa capacidad discriminadora de estímulos.
Pensemos que el gato tiene 67 millones de receptores mientras que el pobre “mono desnudo humano” tiene tan solo de 5 a 20 millones. Esta notable diferencia cuali-cuantitativa es aprovechada por el ser humano para que el perro encuentre personas o detecte narcóticos y explosivos.
Ya existen centros médicos que utilizan perros para detectar cáncer y pueden asegurar que esos animales, debidamente certificados, realizan esta labor con mayor eficiencia que muchos métodos tradicionales usados para diagnosticarlo.
Un caso muy especial es el del gato Óscar, que “predecía” la muerte de los residentes en un asilo de adultos mayores, llegando a su lecho horas antes de que fallecieran.
Una presunción es que detectaba mediante el olfato y otros sentidos cambios químicos y de temperatura en el organismo del enfermo que eran imperceptibles para las personas.
Según algunas teorías, se ha notado que los gatos buscan dormirse en el lugar de la casa donde se concentra la mayor cantidad de energía positiva del lugar.
Ya en el Antiguo Egipto, a los gatos se les consideraba con poderes especiales por el misticismo que se les atribuía, por lo que eran guardianes de las puertas del inframundo dada su supuesta conexión con esta dimensión.
Asimismo se ha podido constatar que los perros también tienen un sexto sentido por sus capacidades visuales y auditivas que les permiten ver imágenes y oír sonidos que el ser humano es incapaz de percibir y que este distingo competitivo sería la causa por la que se les atribuyen poderes extrasensoriales.
*El Profesor Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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