Tener una mascota mientras tu hija o hijo crece, es una de las mejores cosas que puedes hacer, múltiples estudios han demostrado los beneficios que traen para los infantes en aspectos psicológicos y de socialización, pero así como tiene ventajas hay algunos aspectos que se deben de tener en cuenta, sobre todo a las enfermedades que los animales le pueden transmitir a los menores.
El domesticar un perro trae consigo una responsabilidad casi igual a la de un bebé, al final del camino las mascotas dependen en demasiadas formas de ti, eres quien les proporciona alimento y agua, los sacas a pasear y limpias sus necesidades, pero sumado a esto también tienes que procurar su estado de salud.
Para que tu mascota no contagie a tu hijo o algún menor de su entorno será importante que su cartilla de vacunación esté al día, así como lo desparasites y bañes periódicamente. El aseo de tu mascota es de suma importancia para que los menores no contraigan algún tipo de infecciones de acuerdo con la organización Nemours Kids Health.
Este tipo de enfermedades son denominadas en el mundo científico como zoonosis, y han representado en los últimos años una gran preocupación en la salud pública mundial ante el aumento considerable de familias que deciden sumar a un animal doméstico como nuevo integrante de la familia.
Regularmente la mayoría de los virus que se transmiten de mascotas a humanos se da por medio de los arañazos, mordeduras o el contacto directo con las secreciones del animal, de acuerdo con el portal de la organización sin fines de lucro, enfocada en el tratamiento y salud de menores de edad.
Cómo prevenir las infecciones procedentes de perros y gatos
Los niños con sistemas inmunitarios débiles son más susceptibles a infectarse después de entrar en contacto con otras especies, es importante consultar a un pediatra sobre si es viable tener un animal doméstico mientras tu hijo está en sus primeros años de vida.
Nemours Kids Health especifica que los perros y gatos son portadores de infecciones como campylobacter —que provoca diarrea y dolor abdominal—, rabia, arañazo de gato, toxocariasis y toxoplasmosis; estas últimas infecciones son causantes de fiebre y problemas gastrointestinales, tras estar expuesto a las heces fecales de las mascotas, por lo que hay que sanitizar regularmente las zonas de la casa en donde tus mascotas hacen sus necesidades.
Las enfermedades como el moquillo, el parvovirus canino y la enfermedad del gusano del corazón o dirofilariosis no se pueden transmitir a los humanos, descarta la organización Kids Health.
Aves, reptiles y anfibios
Las infecciones de las que son portadores las aves afectan principalmente el sistema respiratorio de los humanos; la criptococosis es un hongo que causa neumonía y meningitis, mientras que la psitacosis provoca tos, fiebre alta y dolor de cabeza; ambas enfermedades se dan a través del contacto con los desechos de este tipo de especie.
En cuanto a los reptiles como lagartijas, lagartos y tortugas, y anfibios como salamandras sapos y ranas, la organización fundada por el pediatra Neil Izenberg, recomienda que los niños menores de cinco años no estén en contacto con este tipo animales, debido a que son portadores de salmonelosis, lo que podría desencadenar infecciones en la sangre.
La zoonosis
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que hasta el momento se han registrado más de 200 de este tipo de infecciones a humanos, debido a la estrecha relación que hay con los animales, en el medio agrícola —la gran parte de los alimentos que se consume en todo el planeta son de origen animal— y el constante aumento de mascotas.
En un boletín de prensa publicado en su página oficial en 2020, la OMS establece que la urbanización y la destrucción de hábitat naturales “aumentan el riesgo de enfermedades zoonóticas al incrementar el contacto entre los seres humanos y los animales salvajes”, por lo que es importante el constante monitoreo de este tipo de infecciones para prevenir todo este tipo de amenazas.
De igual manera, establece que la mayoría de las infecciones que se dan de animales a humanos son controlables a través de antibióticos y campañas de vacunación.
SEGUIR LEYENDO: