La contaminación auditiva es un problema que muchas veces se pasa por alto en las grandes ciudades. El sonido de las patrullas, ambulancias, bocinas, aviones, helicópteros, entre otros, se convirtió en el día a día del habitante de las megalópolis, sin embargo, en el mar las consecuencias por el ruido tienen una relación directa con la reproducción de las especies.
Ante esto, en Chile recientemente se implementó el uso de boyas especiales que ayudan a reducir el ruido por debajo del agua, ante el aumento considerable del sonido contaminante —en los últimos años, se ha triplicado la emisión de estos ruidos en algunas zonas del océano—.
De acuerdo con la especialista Yacquelina Montecinos, integrante de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en Chile, la contaminación acústica afecta a la reproducción de las ballenas.
“El ruido genera problemas de comunicación entre las ballenas, lo que significa que no pueden encontrarse para la reproducción. Además les dificulta la búsqueda de alimento, lo que impacta de forma directa en el crecimiento de la población de esta especie”, comentó para la agencia alemana Deutsche Presse-Agentur (DPA).
De acuerdo con la misma agencia, las balizas serán las encargadas de emitir una alerta a la Armada chilena cuando una ballena sea localizada en el mar, para que los agentes puedan dirigirse a la zona y evitar que los animales choquen contra un barco.
Las boyas que también son capaces de medir la temperatura del mar, el valor de ph, la salinidad y la saturación del agua, fueron diseñadas por investigadores e ingenieros de la Universidad de Barcelona, quienes esperan que su invento contribuya a entender los cambios de hábitat de las ballenas.
Los efectos de la contaminación acústica
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó en su estudio “Ruido ambiental en Europa” publicado en 2020, que anualmente se registran 12 mil muertes prematuras y uno de cada cinco ciudadanos en el “viejo continente” son afectados por este tipo de polución.
Como solución a este problema, la ONU recomendó la creación de más espacios verdes en las ciudades, convertir la bicicleta como uno de los principales medios de transporte y ampliar el uso de energías renovables con la finalidad de reducir la emisión de ruido en las grandes ciudades.
Sin embargo, las urbes no son el único lugar en el planeta en el que se genera este tipo de contaminación, el océano y sus especies son las principales víctimas del ruido que emiten los barcos, submarinos y las construcciones de estructuras marítimas.
Contaminación acústica en el mar
El 71 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierto de mar y a pesar del gran número de investigaciones que se han realizado sobre esta parte del planeta aún se desconocen muchas cosas sobre los ecosistemas marinos.
Entre las investigaciones que se han realizado, se demostró que la contaminación acústica en los mares representa uno de los grandes riesgos para la humanidad, debido a que una gran parte de los alimentos que se consumen a nivel mundial provienen de ahí.
El biólogo Miguel Ángel Cortez Oyola detalló las afectaciones que genera la polución auditiva en el océano en un artículo para la Revista Científica de Biología y Conservación de la editorial Saque de Punta en Perú.
En su estudio “La Contaminación Acústica y su impacto en el desarrollo de la vida marina” explica que las actividades industriales como el transporte, la perforación de pozos petroleros y explosiones submarinas, afectan a las especies marinas en niveles fisiológicos y de comportamiento.
“Los animales suelen recibir los ruidos antropogénicos (emitidos por el ser humano) como una amenaza, es común que éstos introduzcan estrés en la fauna marina, el cual tiene efectos negativos sobre su metabolismo y supone un riesgo para su crecimiento”, especifica el artículo.
Las especies marinas se ven afectadas para percibir su entorno, el ruido emitido a nivel submarino les provoca desorientación y las convierte en presas fáciles para sus depredadores, reveló el estudio publicado el año pasado.
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