Los gatos son animales independientes y aislados que parecen no demostrar sus sentimientos, según las pautas conocidas por el ser humano. Sin embargo, son muy afectuosos y nos demuestran ese cariño con signos muy especiales que, como tutores, es deseable reconocer.
Los signos no son tan claros para los seres humanos, pero al conocerlos podremos saber si un gato nos quiere y confía en nosotros, ya que el principio básico de toda buena relación es justamente la confianza.
Los gatos, a diferencia de los perros, suelen ser poco transparentes con sus emociones y a la hora de mostrar su confianza a los seres humanos, son más introvertidos que otros animales.
Con el tiempo de vínculo y convivencia y tras pasar un cierto tiempo juntos, los gatos terminan teniendo confianza en sus tutores, lo que demuestran de varias maneras.
No mueven la cola ni buscan el contacto visual como el perro. Su lenguaje corporal para expresar confianza y afecto es mucho más sutil y delicado. Aunque existen muchos gestos y condiciones que permiten inferir y demostrar que un gato confía, considera y ama a otro ser.
No obstante para que un gato confíe en el ser humano es muy importante generar costumbres positivas progresivas y paulatinas, ya que son animales muy rutinarios.
Cuáles son las cinco acciones básicas que demuestran el cariño de un gato hacia los humanos
1. Duerme contigo: los gatos duermen más de dieciséis horas por día y necesitan un lugar seguro y protegido para hacerlo. Esa búsqueda del lugar es instintiva. Por eso, si el gato elige acostarse encima de su tutor, dormir sobre su cabeza o cerca de donde está, es porque se siente seguro y sabe que nada malo puede pasarle. Es éste un gran signo de amor y confianza.
2. Se pone panza arriba: siendo que la panza es una de las zonas más sensibles del cuerpo de los gatos, cuando se estiran boca arriba mostrándola, es una clara señal de confianza y felicidad. Es muy importante ser cauteloso y cuidadoso en la forma e intensidad al acariciarlo cuando está en esta posición si no queremos perder el importante terreno ganado hasta ese momento.
3. Hace “ojitos”: los gatos solo cierran los ojos para dormir y también cuando se sienten totalmente seguros, ya que a través de la vista pueden percibir peligros incluso en la oscuridad. Es por eso que cuando miran y parpadean lentamente sus ojos, como haciendo “ojitos” se debe considerar a este gesto como un sinónimo de afecto y confianza.
4. Frotarse con las piernas: cuando un gato empuja con su cabeza o se restriega contra las piernas, está impregnando con sus feromonas de apaciguamiento al otro, calificándolo de amigo, demostrándole su confianza y aceptándolo como persona de referencia. Al compartir sus feromonas, dejan una marca de olor (imperceptible para los seres humanos) que transforma al otro ser en uno más del “gaterío”.
5. Amasado: los gatos suelen en ocasiones, literalmente, amasar con sus patas delanteras el lugar donde duermen o incluso la falda de sus tutores. Este es un acto inconsciente que les queda grabado, asociado a la felicidad que le provocaba la teta y su mamá cuando eran cachorros, ya que hacían eso cuando amamantaban para estimular la bajada de leche. Cuando están felices por otro motivo, cualquiera sea, si esa felicidad es comparable a aquella circunstancia invierten el camino de la estimulación disparando el amasado.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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