Cambiarse de un lugar de residencia en otro país en compañía de tu mascota, retrasar o adelantar tu reloj por el horario de invierno o verano, resulta ser un cambio que afecta más allá que tu ciclo de sueño. Tu perro o gato también va a resentir lo que significa tener que cambiar sus costumbres de un día a otro.
Los perros, como todos los mamíferos, tienen un reloj biológico que es más susceptible a la luz natural y a ciertos olores que hay a su alrededor, a esto se le conoce como ritmo circadiano, el cual la doctora en Ciencia Cognitiva, Alexandra Horowitz, definió como parámetro que les ayuda a ajustar sus tiempos, por ende el despertarse junto contigo mientras la oscuridad prevalece en el exterior resulta ser algo estresante para ellos, al notar algunos cambios en su entorno.
La vida del humano es en ocasiones mucho más dinámica que las mascotas en casa, tiene definidas sus actividades, hay ciertos horarios para salir a trabajar o a la escuela, comer, dormir, salir de fiesta, entre muchas otras cosas del día a día. En más de una ocasión te has llegado a preguntar qué hará tu pequeña mascota mientras estás fuera de casa, la realidad es que muchas veces puede hacer todo y nada.
Los perros y gatos, al igual que la mayoría de los mamíferos, alternan sus actividades con el descanso, en otras palabras, no están activos todo el día, ni muchos menos en toda la noche, ellos se adecúan a sus propias necesidades.
¿Qué malestares pueden presentar?
Alterar su ciclo de sueño, lleva a tu fiel seguidor de vida a tener algunas actitudes diferentes. El cansancio se presentará en ellos tarde o temprano, lo cual generará que estén irritables en cuanto su entorno; al momento de salir a pasear o incluso cuando llegan visitas podrás notar que ya no tenga la misma personalidad de antes.
En algunos casos los cambios van a ser mucho más drásticos, llegará el punto en el que pueden presentar ansiedad o desorientación, por lo que será importante estar al pendiente de todas estas actitudes.
¿Cómo evitar que el cambio sea tan grande?
De acuerdo, con el experto en etología, Tomas Camps, y presidente del Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal en España, para le revista Animal’s Health, lo ideal es que tu mascota mantenga sus rutinas en el horario normal, para que se puedan acostumbrar poco a poco al cambio.
Si está adiestrado para hacer sus necesidades fuera de casa procura sacarlo unos diez minutos antes o después del mismo tiempo al que estaba acostumbrado (su salida a las 14:00 horas pasaría a las 13:00, ante la entrada del horario de invierno y viceversa con el de verano), hay que aprovechar la luz solar a la cual es tan sensible en sus ciclos de actividades.
De igual manera, con sus horarios de comida se tiene que procurar que sea a la misma hora a la que estaba acostumbrado, con tal de evitar que todos los efectos negativos lo impacten en demasía.
Esta “lucha” la hacen juntos, el dormir una hora más o una menos depende completamente de ambos y de sus ciclos de sueño, y lo ideal es que esto no afecta en su vida diaria.
A pesar de todo esto, la solución es mucho más sencilla de lo que podrías pensar, tu compañía es la clave para sobrellevar el cambio para tu ‘minino’ o ‘perrito’. Prestarle atención y mimarlo un poco más de lo que están acostumbrados, les será de gran ayuda para tranquilizarlos.
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