Unos pequeñísimos cristales incluidos en el estiércol de los animales de la antigüedad -hace más de 10.000 años, precisamente- son la prueba concluyente de una etapa casi fundacional de la humanidad.
Es que, en ese entonces, los cazadores y los recolectores de Siria atendieron a un pequeño número de animales a las afueras de sus viviendas. Este territorio -que hoy en día es un rico yacimiento arqueológico- estuvo ocupado durante miles de años, abarcando en el medio una histórica transición de costumbres: cuando el ser humano pasó de buscar su sustento en la caza y en la recolección a hacerlo en la agricultura y en el pastoreo.
Este proceso de cambio ha sido ampliamente estudiado por un gran número de investigaciones. Los rastros se han explorado en un sinfín de yacimientos arqueológicos. Sin embargo, aún queda mucha información por determinar y por precisar, especialmente en lo relacionado a las fechas.
Todavía es necesario, además, determinar hasta qué punto pudieron ser habituales las primeras prácticas de cuidado de animales en otros lugares. Esto incluye toda una gama de prácticas tempranas de manejo de especies que pueden haber precedido al pastoreo a gran escala.
Los datos disponibles hasta el momento sugieren que los viejos habitantes de la zona de Siria quemaban estiércol como combustible. A su vez, se dice que pueden haber tenido animales -posiblemente ovejas o cabras- inmediatamente afuera de sus viviendas. Al analizar la presencia de diminutos grumos de carbonato de calcio en las heces de los animales los científicos consideraron y validaron esta evidencia junto con otras pruebas arqueológicas, arqueobotánicas y zooarqueológicas.
Según el relato reconstruido por la ciencia, los habitantes de la mencionada región siguieron utilizando el estiércol como combustible por un largo tiempo. Asimismo, ampliaron sus posibilidades de uso y lo emplearon para preparar suelos especiales.
Un punto de inflexión
Como luego descendió la cantidad de carbonato cálcico en los yacimientos de la zona, esta podría ser una explicación para el aumento del pastoreo de animales a gran escala y lejos de las viviendas.
El método del estiércol permite examinar las primeras experiencias con respecto al cuidado de los animales -incluso antes de la domesticación- y saber sobre el pastoreo de los mismos. Así las cosas, es realmente emocionante ver que esos simples restos de bosta fosilizados pueden ayudarnos a rastrear las diferentes formas en que la gente interactuaba con los animales en los viejos tiempos.
De esta manera, las investigaciones históricas revelaron que los cazadores y los recolectores llevaban animales vivos hace casi 12.800 años. Además, se sabe que los mantenían fuera de su choza, algo que sucedió casi 2.000 años antes de lo que se ha visto en otros lugares del planeta Tierra.
Sin duda alguna, este es un punto de inflexión para comprender los cambios en los hábitos y en las costumbres de vida del ser humano en todo el territorio mundial , eligiendo sentar bases en un lugar y tener a su comida en un corral en lugar de perseguirla a través de los cambios estacionales y de las migraciones.
Una historia americana
La historia entre el animal y el ser humano tiene miles de años y una infinidad de relatos que abarcan no sólo las formas de subsistir sino también la cultura. Por caso, en nuestros pueblos originarios de América los animales tuvieron un papel cultural fundamental. Basta con ejemplos como el del Cacique Toro Sentado, que tomó su nombre de la naturaleza, hasta la presencia de un perro venerado en el Imperio Incaico: el perro sin pelo del Perú o perro del “claro de luna”.
Otro ejemplo fue el Imperio Azteca. Allí no había mamíferos para comer: el mamífero más grande era el perro. No había vacas, ni llamas, ni ciervos. Sólo estaban el perro y el pavo (guajolote). De esa forma estos perros se llegaban a comer y se vendían como mercancía en el mercado de Tlatelolco.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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