En México es usual que cuando un estudiante finaliza su carrera universitaria y va a recoger su título vaya acompañado de sus seres queridos y para Alberto Sánchez esta regla no fue una excepción, pues además estar acompañado por sus sus papás, su mejor amigo y su novia, en ese día especial también llevó a su mascota: Boss, un perro de raza pitbull.
El joven de 26 años, que acaba de finalizar la licenciatura en Contaduría en la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convirtió su sesión de fotos en Torre de Rectoría y la Biblioteca Central en un momento inolvidable y muy viral, pues su can robó miradas y sacó sonrisas a quienes fueron testigos de este hecho.
Y es que de forma poco convencional, el día en que fue a recoger el título, su can lució un traje de color negro con todo y moño que lo hizo ser el más elegante en la celebración y convertirse en el perro más famoso del día en las redes sociales.
Sin embargo, el lograr la hazaña de ser un egresado de la máxima casa de estudios y llegar a dónde está parado no fue nada sencillo, pues Alberto contó a UNAM Global que tuvo que realizar tres veces el examen de ingreso.
Aunque reconoce que los dos primeros intentos fueron difíciles en el aspecto emocional, Alberto no bajó la guardia y con esperanzas hizo un tercer intento en el que finalmente logró ser aceptado.
Estas circunstancias hicieron que el hoy contador valorara más su lugar en la UNAM, llevándolo a tener un promedio de 9.3 en toda la carrera, al tiempo que obtuvo una beca para estudiar en la Escuela de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico (EAFIT) en Colombia, lo cual le permitió ampliar aún más sus horizontes.
Boss, otro apasionado de la UNAM
Al igual que Alberto Sánchez, Boss también se ha convertido en un apasionado de la UNAM y Las Islas de Ciudad Universitaria son su segundo hogar, pues frecuentemente disfruta pasear por este espacio para jugar con otros perros, revolcarse en el lodo y correr libremente.
“No tengo palabras para agradecer lo que me dio la UNAM y Boss tampoco tiene ladridos para expresar cuánto se divierte en Las Islas de Ciudad Universitaria. Ambos amamos a la UNAM”, dijo el recién egresado.
Pese a los estigmas que suelen rodear a la raza pitbull sobre ser agresivos, Boss es muy cariñoso y le gusta ser “niñero” de otros perros cuando sale a jugar.
El can llegó a la vida de Alberto el 14 de diciembre de 2020, en plena pandemia de coronavirus, cuando el cachorro sólo tenía un mes y medio de vida y tras tener problemas con su alimentación, pues su mamá no podía seguir amamantándolo.
El universitario, que en ese momento estaba pensando en comprar un perro, decidió adoptar al perro que le ofreció una conocida. Aunque en un principio fue difícil porque Alberto no sabía cómo cuidarlo, con el paso del tiempo ambos se acoplaron y ahora hacen todo juntos.
Tras volverse tan inseparables, ahora el nuevo reto es la llamada “nueva normalidad”, pues Alberto debe ir dos días a la oficina, además de hacer otras actividades como ir al gimnasio, por lo que ya no pasa tanto tiempo en casa con Boss.
“No sé qué haría sin él, pues ya estoy muy acostumbrado a llegar y verlo, sacarlo a pasear, bañarlo y jugar con él”, reconoció el joven.
Estigmas
Algunos ataques de perros pitbull han hecho que se forme un estigma acerca de que esta raza de perros es agresiva y que, por tanto, no deberían convivir libremente con otras personas o mascotas, sin embargo, quienes saben de perros aseguran que el problema no radica en el tipo de can, sino en la crianza que le da el dueño.
“Echarle la culpa a la raza de un perro es como echarle la culpa de que un auto pasa un semáforo en rojo a la marca de ese automóvil y no a su conductor. El responsable del manejo del automóvil es el hombre, el responsable del manejo, el dueño o tutor de un perro, es siempre el hombre”, dijo el doctor Juan Enrique Romero, médico veterinario, a Infobae.
De acuerdo con el experto, hay tres pasos básicos que los dueños de los animales pueden seguir para mejorar el proceso de educar a un perro: 1) retirar al cachorro de la madre en los primeros 60 días de nacido para permitir la inhibición de la mordida; 2) entre los 2 y 4 meses deben comenzar el proceso de convivencia con otras personas y mascotas, ya sea que el dueño lo saque en brazos o en una mochila especial; y 3) poner límites sobre lo que el can puede o no hacer, sobre todo entre los 4 y 8 meses de edad.
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