Las zarpas de los gatos y las de cualquier felino son motivo de admiración y asombro por parte de todos nosotros, en cuanto a su funcionalidad se refiere. Con las zarpas, pueden capturar presas pero también defenderse muy bien frente al ataque de otro animal.
En cuanto a la biología se refiere, la familia de los felinos está formada por un gran número de integrantes, representados por félidos de todos los tamaños y formas, desde grandes leones o panteras hasta los propios gatos.
Los felinos son, sin duda, los cazadores más sigilosos del planeta, distribuidos en prácticamente por todo el globo terráqueo, con gran capacidad de adaptación.
Las zarpas además de sus funciones claras de defensa y ataque, intervienen también en otros aspectos de la vida de estos animales. Aunque los términos garras y zarpas son utilizados de manera indistinta presentan algunas diferencias entre sí.
No obstante, ambos términos son utilizados indistintamente en los felinos. La garra hace referencia exclusivamente a la mano o al propio pie del animal que posee uñas curvas y fuertes. La zarpa en cambio, hace referencia a la mano de aquellos animales cuyos dedos se mueven en conjunto y no de forma individual. El extremo de las zarpas siempre es curvo.
La mayoría de los felinos, entre ellos los gatos, se caracterizan por poseer uñas retráctiles. Solo los guepardos y los gatos pescadores, carecen de ellas. Las uñas retráctiles, en momentos de reposo, se encuentran guardadas en cavidades propias para mantener su filo.
De esa forma evitan el desgaste contra el suelo y permiten lograr el acecho silencioso sobre sus presas. Se trata del famoso sigilo que caracteriza a los felinos en su ataque.
Las uñas son también portadoras de un recurso adicional que resulta una verdadera arma bacteriológica. La carga bacteriana que poseen es capaz de provocar afecciones tan graves como la llamada enfermedad del arañazo del gato, debe ser tenida muy en cuenta a la hora de los juegos con el gato, evitando hacerlo con pies y manos.
Los felinos necesitan además marcar su territorio con sus uñas. Para evitar daños al mobiliario que sean incordiosos y desagradables es necesario distribuir adecuadamente rascadores en todo el territorio y educar al animal desde el primer momento.
Se recomienda colocar rascadores verticales en diferentes puntos de la vivienda. Además es conveniente recortar las uñas de los gatos cada cierto tiempo para evitar que se enganchen, causando dificultades en el animal al caminar.
La desungulación, consistente en la extracción quirúrgica definitiva de las uñas, es un proceso martirizante y mutilante que debe ser desterrado de las prácticas ya que discapacita al animal por medio de una intervención motivada exclusivamente en la comodidad.
Las zarpas de los gatos son necesarias en numerosos aspectos de su vida, sin duda como defensa y ataque pero también como forma de comunicación tanto a nivel olfativo o visual, permitiendo que el animal marque de ese modo su territorio.
Por ello, del mismo modo que cuidamos su alimentación o la posibilidad de hacer ejercicio físico, también hay que cuidarlas como un aspecto fundamental de la salud de nuestro gato.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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