Aunque el avance de la urbanización global represente un símbolo de modernidad, es, a la vez, uno de los principales contribuyentes a la pérdida de biodiversidad. Su rápido progreso se produce a expensas de los ecosistemas naturales y las especies que los habitan.
Para evaluar la “afinidad urbana” de ciertas especies, un equipo de investigadores alemanes de la Freie Universität Berlin, la Universidad de Greifswald y el Instituto Leibniz de Investigación Zoológica y de Vida Silvestre (Leibniz-IZW) indagó qué características son típicas de los murciélagos de zonas rurales y de las ciudades.
El equipo descubrió que las especies urbanas se caracterizan por frecuencias relativamente bajas y largas duraciones de sus llamadas de ecolocalización, un tamaño corporal pequeño y flexibilidad en la elección de su lugar de descanso durante el día.
Por su parte, las especies relativamente grandes con frecuencias altas y duraciones de canto cortas, podrían quedar rezagadas frente al avance de la urbanizacion, dijeron los investigadores en el estudio publicado en la revista Global Change Biology.
Las grandes urbes ofrecen ventajas y desventajas para las especies, para muchos animales salvajes las ciudades representan hábitats extremos, con temperaturas ambientales más altas y una variedad de perturbaciones causadas por humanos. Al mismo tiempo, ofrecen un gran potencial para la vida silvestre, como más oportunidades de descanso y un mayor acceso a los alimentos.
Algunos murciélagos prefieren usar como refugio para el descanso recovecos dentro de los edificios, o áticos sin usar, en sótanos o en casas abandonadas. Algunas especies de murciélagos alcanzan densidades de población particularmente altas en las ciudades, mientras que son bastante raras en las zonas rurales.
Diferencias entre murciélagos
“Analizamos una base de datos global de datos de ocurrencia de especies de murciélagos en términos de su proximidad espacial a áreas urbanas para confeccionar un valor de afinidad urbana por especie”, explicó la autora principal Janis Wolf, investigadora de la Universidad de Greifswald, cuya tesis de maestría constituyó la base de esta publicación.
“Usamos varios indicadores para diferenciar las especies que tienden a vivir en áreas urbanas de aquellas que tienden a evitarlas. Luego analizamos qué características o rasgos de la especie, por ejemplo, el tamaño corporal promedio, la forma de las alas, la frecuencia de sus llamadas de ecolocación o el flexibilidad en la elección del lugar de descanso, en correlación con la respectiva preferencia espacial y forma de vida”, añadió la investigadora.
Los científicos evaluaron los datos de 356 especies de murciélagos en todo el mundo (una cuarta parte de las 1400 especies de murciélagos identificadas hasta ahora), para analizar cómo se distribuían en las áreas urbanas o rurales.
Los murciélagos especialmente pequeños, y con llamadas de ecolocalización de una frecuencia relativamente baja y de larga duración, que son adecuados para buscar alimento en espacios relativamente abiertos, son particularmente propensos a residir en las ciudades, según el estudio.
La flexibilidad en la elección del lugar para dormir durante el día parece ser igualmente ventajosa, ya que esto permite que los murciélagos que viven en zonas urbanas cambien de espacio con poca antelación cuando los humanos los molestan.
Los autores señalaron que identificar los rasgos que caracterizan a las especies urbanos exitosas y menos exitosas puede ser útil para identificar aquellas especies que están más amenazadas por el proceso de urbanización que avanza rápidamente en todo el mundo y, en última instancia, nos permite priorizar estas especies con respecto a las medidas de conservación.
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