Al igual que los humanos, los chimpancés usan la comunicación para coordinar su comportamiento cooperativo, como durante la caza. Cuando los chimpancés producen unos gritos específicos, conocidos como “ladrido de caza”, reclutan a más miembros del grupo para esta tarea y capturan mejor a sus presas, según demostraron investigadores de la Universidad de Zurich y la Universidad de Tufts, en Boston, en un reciente estudio publicado en Science Advances.
Los científicos suizos y estadounidenses estudiaron, entre 1996 y 2018, a una comunidad de 77 chimpancés en Uganda. Al estudiar más de 300 eventos de caza registrados durante los últimos 25 años en la comunidad de primates de Kanyawara, los investigadores descubrieron que al hacer vocalizaciones de ladridos, los simios impulsan la caza en grupo haciendo que esta forma de comportamiento cooperativo sea más eficaz.
Los chimpancés no solo buscan fruta, de vez en cuando también buscan oportunidades para adquirir carne rica en proteínas. Para atrapar a sus ágiles presas de mono en el dosel, es mejor que los chimpancés tengan compañeros de caza junto a ellos. Los científicos han descubierto por primera vez que esa comunicación es clave para convocar a más individuos del grupo y trabajar en equipo.
“Los chimpancés que producen ladridos de caza brindan información a los que están cerca sobre su motivación para cazar, y esta información puede persuadir a los reacios a unirse, lo que aumenta las posibilidades generales de éxito”, explicó Joseph Mine, estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias del Lenguaje Comparado de la Universidad de Zurich, quien dirigió el estudio.
Cazar monos en grupo en la densa selva tropical de Uganda, donde la visibilidad es restringida puede ser un desafío. Por eso, la comunicación vocal permite un trabajo en grupo más eficiente.
Si hay ladridos de caza no solo participan más individuos, sino que existe “mayor velocidad en el inicio de la persecución y un menor tiempo para realizar la primera captura”, destacó el coautor del estudio Zarin Machanda, de la Universidad de Tufts, EEUU.
Los investigadores destacaron que aún se necesita más investigación para descubrir la razón por la cual los ladridos tienen este efecto. “Por el momento, aún no está claro si estos ladridos se dan intencionalmente para coordinar las acciones precisas del grupo, o si estos ladridos simplemente anuncian la decisión de cazar de un individuo, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que otros se unan a ellos y con más cazadores. son más efectivos”, agregó el profesor de la Universidad de Zurich Simon Townsend, quien también participó de la dirección del estudio.
Los biólogos consideraron una amplia gama de otros factores que pueden afectar el resultado de una cacería, incluida la presencia de cazadores expertos y posibles distracciones, pero la aparición de ladridos de caza mantuvo un papel clave.
“La comunicación juega un papel clave en la coordinación de actos complejos de cooperación en humanos, y este es el primer indicio de que la comunicación vocal también podría facilitar la cooperación grupal en nuestros parientes vivos más cercanos”, completó Townsend.
Los científicos se mostraron entusiasmados en su estudio y dijeron que “los resultados de esta investigación indican que la relación entre la comunicación vocal y la cooperación a nivel de grupo es antigua. Este vínculo parece haber existido durante al menos 7 millones de años, desde nuestro último ancestro común con los chimpancés”.
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