Desde el 27 de julio de 2008 se conmemora el Día Internacional del Perro Callejero a modo de homenaje y para concientizar sobre la mala vida que padecen los millones de animales. Un joven estudiante de periodismo de Santiago de Chile, instauró en 2008 la fecha y la promovió por toda Latinoamérica a través de las redes sociales.
En Argentina, hay varios millones de animales viven en la calle, entre perros y gatos. Nacen, viven y mueren a la intemperie sin conocer el calor de un hogar. Mientras eso sucede no dejan de crecer los criaderos de perros, legales y clandestinos, y la lamentable idea de poner a determinadas razas que suelen ser alteradas genéticamente para darle características de mercadería, de moda.
En los barrios más vulnerables hay 3 perros por cada persona. Asimismo, 9 de cada 10 animales que nacen en la calle nunca encuentran hogar. La mayoría sufrirá maltrato, hambre, enfermedades y accidentes.
“En la Argentina el perro naturalmente callejero, el que no tiene hogar, no es la mayoría. En Argentina lo que existe es una displicencia y absoluta irresponsabilidad en el ser humano que tutela la vida de los perros que lo hace pasear solo”, dice a Infobae el doctor Juan E. Romero, médico veterinario, especialista en Educación Universitaria, magister en Psicoinmunoneuroendocrinología, ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam) y docente Universitario en varias universidades argentinas
“Así, hay animales que pasean entre las 9 de la mañana y las 12 del mediodía, duermen la siesta en su casa, salen de vuelta a territorializar el ambiente. Son animales medianamente cuidados. Porque le cuidado pasa por la vacuna, por darle de comer, pero no pasa por la castración ni por evitar la reproducción indeseada y ese animal vive la mayor parte del tiempo en la calle”, agrega Romero.
Así, se genera “el fecalismo vial como conflicto, la transmisión den enfermedades, los accidentes viales, accidentes por mordedura y sobre todo, la reproducción descontrolada que es quizás el mal más importante en la Argentina”, apunta el veterinario.
Para poder adoptar una persona debe ser mayor de 21 años, completar formulario de adopciones y realizar una entrevista telefónica con nuestro responsable de Adopciones. Allí le explicaremos cada instancia del proceso y todos los cuidados que la mascota debe recibir. El humano adoptante se compromete a cumplir con su plan de vacunación y a seguir todas las recomendaciones.
El proceso de entrevista de los candidatos debe ser estricto, para proteger a los animales de compañía que provienen de situaciones complejas, para que nunca regresen a ellas.
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