Los gatos ocupan el segundo lugar en el mundo de los animales que más eligen los seres humanos como animal de compañía. Por eso al adoptar uno que va a ser parte de la familia, es importante saber sobre su higiene, su comida y sus controles médicos.
Entre esos temas está su bandeja sanitaria y la limpieza que es una de las cosas que más hay que tener en cuenta para la felicidad del gato. Algún médico veterinario argentino la bautizó como el símbolo del posmodernismo felino y parece que es así.
La bandeja sanitaria es la imitación del campo dentro de un departamento en el centro de una ciudad en la que se pueden enterrar felinamente los desechos, manteniendo la conducta instintiva.
O sea que no es que los gatos sean educados, sino que frente a una casa con pisos duros el único lugar en el que se puede enterrar la materia fecal y la orina, cumpliendo con el instinto, es en las piedritas de la bandeja sanitaria y hacia ella es impulsado el gato.
La bandeja sanitaria debe estar ubicada en lugares tranquilos, lejos de heladeras y lavarropas y su número debe ser igual al número de gatos más uno. O sea si hay un gato debe haber dos bandejas y así sucesivamente.
Mantener limpia la bandeja sanitaria del gato es una tarea diaria y necesaria, ya que a los gatos les molesta mucho cuando está sucia. Esa limpieza es por el bien del gato, para cuidar su salud y para que se sienta cómodo.
Es importante mantener en buenas condiciones la bandeja sanitaria y para hacerlo son recomendables estos pasos al limpiarla como mínimo diariamente o cada vez que sea necesario:
- Levantar ligeramente la bandeja inclinándola hacia atrás. - Agitarla para que se despeguen los residuos. - Cuando veamos que los grumos ya están sueltos, recogemos los restos con una pala y los tiramos a la basura.
La limpieza total de la bandeja sanitaria se debe hacer, de manera profunda, una o dos veces por semana de la siguiente manera:
- Tirar todas las piedritas sanitarias a la basura. - Cuando la bandeja este vacía, la recomendación es ponerla en remojo con agua caliente y un jabón suave para que se limpie en profundidad.
Es muy importante no usar productos amoniacales o que tengan olores intensos pues generan rechazo en los gatos y es posible que tarde en volver a usar la bandeja o la rechace.
- Secar todas sus paredes muy bien con un papel de cocina para que no se peguen las nuevas piedritas sanitarias. - Cuando esté completamente seca, llenarla nuevamente para que el gato pueda volver a usarla.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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