Si tenemos un perro como animal de compañía seguramente alguna vez nos hemos preguntado si él siente por nosotros lo mismo que nosotros sentimos por él.
Nuestro perro es un miembro más de la familia, por lo tanto nos importa mucho qué siente y qué sensibilidad tiene hacia nosotros. No obstante, no siempre es fácil detectar sus sentimientos y emociones.
Como el perro no habla, se comunica claramente a través de la expresión de su cuerpo y de su gestualidad. Es muy importante ser un meticuloso observador para saber qué siente nuestro perro.
Nuestro perro siempre quiere lamernos y sobre todo en la cara. Esa actitud es una muestra de mucho afecto ya que al animal lo retrotrae a las épocas de su vida en que lamía la comisura labial de su madre para provocarle la regurgitación de alimento y así acceder a comida predigerida.
Ahora no busca el alimento ni la regurgitación, ahora el gesto es simple y llana expresión de afecto comparándolo con los momentos más pletóricos de amor de su vida. Lamernos es la forma más clara que el perro tiene de demostrar que nos quiere y que somos importantes en su vida.
Los lengüetazos, son un gesto indudable de amor y deben ser interpretados como una muy buena señal de vinculo.
Muchas veces complementa su vínculo poniéndose panza arriba, dejando completamente expuesta la zona del vientre. Esto es un signo de confianza plena y de entrega total.
Si nuestro perro se acurruca apretadamente contra nosotros nos está diciendo que descansar con nosotros le da placer y es éste otro gesto de acercamiento y afecto, ya que así se siente protegido y confiado.
La cola del perro es un verdadero termómetro de sus emociones. Si cuando nuestro perro nos ve la mueve de lado a lado, hay que entender el gesto como una especie de sonrisa. Si la velocidad aumenta hay que interpretarlo como una expresión de máxima felicidad.
Convivir con un perro en la familia es una gran responsabilidad ya que él necesita de nuestra compañía para ser feliz, por lo tanto es imprescindible dedicarle tiempo a jugar con él.
Si el perro nos alcanza su juguete favorito, significa que se divierte contigo y te está invitando a jugar con él. El mordisqueo de la ropa o los zapatos es, aunque nos parezca mentira, un gesto de amor y de preferencia, ya que la ropa y los zapatos tienen nuestro olor. Si los roba, los muerde y aún si los destroza es una muy buena señal afectiva aunque, sin duda, nos moleste la consecuencia.
Si tu perro te sigue a todos lados, te está diciendo que no quiere ni puede separarse y que si por él fuera estarían juntos siempre.
Por todo esto, queda muy claro que aunque el perro no hable, hay muchas maneras de saber qué siente hacia nosotros.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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