Un reciente estudio realizado por los grupos conservacionistas británicos Kent Wildlife Trust y Buglife detectó que la cantidad de insectos voladores disminuyó un 60%; a razón de un 34% por década. Su importancia radica en que realizan un control natural de plagas, descomponen la materia orgánica y devuelven los nutrientes al suelo. Es por este motivo que los expertos advierten que, con la caída en su población, se podría desencadenar un “colapso catastrófico de los ecosistemas de la naturaleza”.
El método que utilizaron para detectar esta situación se basó en el denominado el “fenómeno del parabrisas”, el cual consiste en evaluar cuántos insectos golpean el vidrio frontal de un vehículo cuando está en movimiento. Para formar parte de este estudio, los voluntarios tenían que bajarse una aplicación llamada Bugs Matter, mediante la cual podían registrar sus viajes en automóvil, además de relevar cuántos insectos se habían “estrellado” contra el coche. Según explicaron, ya sean polillas, moscas, pulgones, abejas y escarabajos, las poblaciones de estos insectos voladores han disminuido, en 17 años, un 60%.
“Este estudio vital sugiere que la cantidad de insectos voladores está disminuyendo en un promedio del 34 % por década, esto es aterrador”, aseguró Matt Shardlow, director ejecutivo de Buglife. “No podemos posponer la acción por más tiempo, para la salud y el bienestar de las generaciones futuras, esto exige una respuesta política y social, es esencial que detengamos la disminución de la biodiversidad, ¡ahora!”, agregó en un comunicado de prensa.
Para evaluar la denominada “tasa de salpicadura” (número de insectos aplastados por kilómetro), los científicos evaluaron casi 5 000 viajes efectuados en 2021 y los compararon con un estudio de similar envergadura efectuado en 2004. Los resultados fueron concluyentes: la cantidad de insectos voladores en el Reino Unido disminuyó en un 58,5% entre ambos estudios, siendo que la retracción en Inglaterra fue la más elevada, con una baja del 65%; en segundo lugar se encuentra Gales, con el 55%; y Escocia con el 28%.
Estos datos son consistentes con los relevados en Dinamarca, donde este estudio se realizó de forma anual entre 1997 y 2017. Según señalaron, en estos 20 años, la cantidad de insectos voladores cayó un 80%. Ante la caída en estas poblaciones, los expertos advierten que se puede generar un “colapso catastrófico de los ecosistemas de la naturaleza”, ya que no solo muchos de ellos son polinizadores, sino que además forman parte de la cadena alimenticia de animales.
Entre los factores que impactan en los insectos, los expertos destacan “la fragmentación del hábitat, el cambio climático, los pesticidas y la contaminación lumínica”, los cuales pueden provocar que hasta el 40 % de las especies voladoras se extingan y esto incluye a abejas, hormigas y mariposas, según los expertos. La mejor forma de colaborar con estos insectos, según señalan los científicos, es destinar espacios en los jardines que estén libres de pesticidas, con el pasto un poco más alto y con flores silvestres para que los insectos puedan tener un “santuario” en cada casa.
Los científicos señalaron, además, que la caída en las poblaciones de insectos voladores pueden tener repercusiones económicas, en especial en las zonas rurales que dependen de la agricultura y la fruticultura, ya que son grupos polinizadores que colaboran en el desarrollo de estas vegetaciones. Sin su presencia, las manzanas o las peras, por nombrar algunas frutas, verían afectado su crecimiento, se volverían menos productivas y, en definitiva, podrían terminar colapsando.
SEGUIR LEYENDO: