No vuela, pero sus alas están perfectamente adaptadas al agua. Dentro del océano, los pingüinos pueden moverse mejor que si volaran. Sin embargo, científicos de todo el mundo advierten que el cambio climático podría poner a uno de sus mayores exponentes, por su tamaño, en peligro de extinción: pingüino emperador. Si hábitat es la Antártida, un continente que en las últimas semanas ha comenzado a mostrar cómo el calentamiento global avanza en el planeta. En el Día Mundial de los Pingüinos, cuál es su realidad.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), desde hace semanas, advierte sobre ”temperaturas sin precedentes, de hasta 40ºC por encima de la media” en la Antártida, las cuales vienen acompañadas de “lluvias en las zonas costeras situadas a mayor altura, e incluso temperaturas muy por encima de los 0°”. “Las lluvias son poco frecuentes en la Antártida, pero cuando se producen tienen consecuencias en los ecosistemas -sobre todo en las colonias de pingüinos- y en el balance de masas de la capa de hielo”, señalaron desde las Naciones Unidas los científicos franceses Etienne Vignon y Christoph Genthon.
Asimismo, aseguraron que “la Península Antártica (el extremo noroccidental cercano a Sudamérica) se encuentra entre las regiones de más rápido calentamiento del planeta, con un aumento de casi 3° en los últimos 50 años”. “Como glaciólogos, apreciamos el impacto del calentamiento global en la Antártida con la creciente pérdida de hielo que se produce con el paso del tiempo”, señalaron desde la OMM. Al tiempo que aseguraron que “a medida que se derrumben más y más plataformas de hielo alrededor de la Antártida, aumentará la pérdida de hielo y con ello el nivel global del mar”.
Con este panorama en mente, los científicos que estudian las poblaciones de pingüinos en la Antártida alertaron sobre el futuro de uno de los mayores exponentes de la especie: el Emperador, el cual desarrolla parte de su ciclo vital sobre la capa de hielo que se encuentra sobre el mar congelado, que comenzó a disminuir por el aumento de la temperatura que se registra en la región.
“El pingüino emperador es el más grande de los pingüinos, y a diferencia del resto no hace nido, sino que lleva su huevo todo el tiempo entre sus patas y pasa las etapas más importantes de su ciclo de vida sobre superficies de hielo que hoy se están perdiendo por el cambio climático; si nada cambia es probable que en tres o cuatro décadas la mayoría de las colonias de esta especie entre el paralelo 60 y el 70 de latitud sur desaparezcan”, alertó Marcela Libertelli, licenciada en ciencias biológicas y jefa del Departamento de Biología de Predadores Tope del Investigadores del Instituto Antártico Argentino (IAA).
En ese tono, la científica aseguró que han detectado “que el cambio climático afecta las poblaciones de aves, algunas de las cuáles van disminuyendo, también se suma el impacto producido por una creciente actividad turística en el continente”. “Se analiza declarar al pingüino emperador como especie especialmente protegida, lo que no solucionaría las consecuencias del cambio climático pero al menos impediría que las actividades turísticas que hoy tienen como atractivo la visita a esas colonias de aves ya no puedan acercarse a ellas”, agregó Libertelli en declaraciones a Télam.
Asimismo, la experta aseguró que, en la Antártida, también estudian “los pingüinos del género Pygoscelis, que son el Adelia, el Barbijo y el Papúa. Son más pequeños pero más numerosos” y “las principales poblaciones de presas de estos animales como son el krill y algunas especies de peces es muy importante para conocer el estado de las poblaciones clave que forman parte de la red trófica antártica”. Y concluyó: “El derretimiento de los hielos antárticos también afecta a los mamíferos marinos, las focas cuando van a parir cavan un hoyo en el hielo para la cría, pero si este hielo es muy delgado corren el riesgo de que el cachorro caiga al agua y se ahogue”.
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