Científicos españoles descubrieron que cinco delfines hallados muertos en las costas atlántica y mediterránea de España presentaban infecciones producidas por dos bacterias, una de las cuales causa enfermedades en el ser humano y nunca se había detectado en esos mamíferos hasta ahora. Los expertos aseguraron que los fallecimientos se produjeron a causa de los patógenos.
La investigación fue conducida por especialistas del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y participaron miembros de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Los estudios se realizaron en cuatro delfines listados (Stenella coerulealba) y uno mular, más conocido como nariz de botella (Tursiops truncatus). Tres de los delfines listados fueron encontrados varados en las costas de Almería, Cádiz, y Málaga; el cuarto en Fuerteventura y el delfín mular en Gran Canaria, informó el Diario Veterinario de España.
“Todos los animales presentaban lesiones supurativas a piogranulomatosas y tromboembólicas en dos o más órganos. Los análisis microbiológicos que realizamos permitieron la identificación de dos patógenos bacterianos incluidos en el género Nocardia: Nocardia otitidiscaviarum y Nocardia farcinica”, dijo Ana Isabel Vela, catedrática de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la UCM.
El primero, Nocardia otitidiscaviarum, es un microorganismo causante de infecciones sistémicas, cutáneas y pulmonares en los seres humanos, especialmente en personas con enfermedades de inmunocompromiso y hasta ahora no se había detectado como causante de enfermedades en cetáceos.
La otra bacteria, Nocardia farcinica, había sido hallada en otras especies marinas, también cetáceos, pero los expertos españoles la encontraron por primera vez en delfines en libertad.
Los científicos están preocupados por el varamiento de animales en las cosas, a veces vivos y otras muertos. Las muertes de fauna marina ocurren por motivos naturales, por la acción de los seres humanos o por patologías como el caso de los cinco delfines estudiados.
“Existe un desconocimiento de las enfermedades que afectan a este tipo de animales por dos motivos: la amplia diversidad de especies acuáticas y lo complejo que es investigar patologías en animales de vida libre”, detalló Vela.
El equipo de expertos de la ULPGC, que lidera Antonio Fernández, es el centro de referencia de la OIE (Organización Internacional de Sanidad Animal) en España en relación con estas especies y colabora con la UCM en la investigación microbiológica, liderada por Vela.
Estos grupos científicos aportan aportan “valiosos datos y ayuda a comprender las causas de la muerte relacionadas con patógenos, algunos zoonóticos, en estos animales marinos”, incluyendo, por tanto, la visión multidisciplinar de One Health, dijeron los especialistas que hicieron el estudio.
Los delfines son mamíferos inteligentes, capaces incluso de atrapar ballenas. “No son peces, son mamíferos que se comunican entre ellas con un idioma maravilloso, propio de cada comunidad como si fuera un dialecto”, dijo el doctor Juan Enrique Romero.
“Los delfines ayudan a chicos discapacitados, los delfines se vinculan con nosotros, sacan gente, salvan gente en situación de peligro”, agregó.
Pero el calentamiento global, la pesca indiscriminada y la contaminación por plástico, entre otros factores, están impactando de forma dramática en las distintas especies marinas. Una de ellas es el delfín franciscana (Pontoporia blainvillei), que es el cetáceo más afectado por las acciones humanas del Atlántico Sur. Este pequeño delfín, que fue noticia hace pocos años por la lamentable decisión de unos turistas de retirarlo de la orilla del mar para tomarse una selfie, se distribuye desde Itaúnas, Provincia de Espírito Santo, Brasil, hasta el Golfo Nuevo, Provincia de Chubut, Argentina.
Una de las posibles razones por las cuales este mamífero marino se encuentra particularmente expuesto es que es un cetáceo que habita sólo en aguas de zonas costeras que no superan los 30 o 35 metros de profundidad. Esto lo expone tanto a la amenaza de la pesca incidental, como a la contaminación química y acústica. Un estudio del grupo de Investigación sobre Biología, Ecología y Conservación de mamíferos marinos de la Universidad Nacional de Mar del Plata, también mostró que el 30% de los animales de esta especie analizados, varados o muertos por pesca incidental en la región bonaerense, habían ingerido basura marina.
SEGUIR LEYENDO