La palabra guerra tiene muchas connotaciones y lamentablemente es una palabra demasiado conocida últimamente en nuestros oídos. La guerra destruye puntos estratégicos como caminos, edificios, y objetivos militares, además pone en peligro a los ciudadanos en una región bajo fuego, como sucede hoy en Ucrania.
Como nunca antes, la invasión de Rusia a territorio ucraniano nos muestra que, frente al pavor de la guerra, las familias huyen tratando de protegerse, pero en este caso podemos observar como los que emprenden el éxodo hacia un lugar de paz son familias multiespecies.
Estamos hablando de una familia en la que no solo los seres humanos forman parte del núcleo fundacional del vínculo, que a veces no es sanguíneo pero igualmente es afectivo y profundo.
¿En qué notamos esto? En que los que abandonan una casa buscan una seguridad, una tranquilidad. Hay fotos de esto, hay videos. Lo vimos los últimos días en Ucrania. Los grupos familiares dejan sus horas con su perro o gato a cuestas. Uno puede sentir el dolor en abandonar todo aquello que uno tiene, su entorno, sus olores, su lugar de pertenencia.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidos para los Refugiados (ACNUR), las últimas cifras disponibles muestran que más de un millón de personas huyeron de Ucrania a los países vecinos desde el inicio de la invasión rusa. Gran parte de esas familias, huyeron con sus animales de compañía.
En esa tragedia humanitaria, vemos cómo los humanos se llevan a alguien, no algo, se llevan un ser afectivo que les brinda compañía. Esto es inédito. Y muestra un cambio en la concepción del animal de compañía en el mundo moderno.
Sin lugar a dudas, y sin discriminación de idioma, de etnia o de posición geográfica, en Ucrania, en Argentina y en el mundo entero, los animales de compañía son parte de la familia para una porción muy importante de la sociedad. Y frente a la emergencia, bélica, humanitaria y sanitaria, lo primero que pensamos los humanos es en proteger a nuestros afectos, en trasladarnos con nuestros seres queridos para poder sobrevivir, en lo afectivo, lo más parecido a nuestra situación anterior al estallido del conflicto.
Frente a las inclemencias de la invasión la veterinaria ucraniana Anna Kalinina explicó cómo hacer un botiquín de primeros auxilios para animales de compañía, según difundió el portal Animalshealth.
“Tiene que tener artículos para el tratamiento de heridas como vendajes, algodón, clorhexidina 0,05%, vendaje autoadhesivo, jeringas y lidocaína como anestésico local. Asimismo, también deben contener instrumentos para tratar trastornos del tracto gastrointestinal: antieméticos, antiespasmódicos y también sustancias para provocar el vómito”, expresó.
La veterinaria ucraniana y otros expertos recomiendan a los tutores, dentro de lo que las circunstancias se lo permitan, abastecerse de agua potable suficiente para hidratar a los animales de compañía, y si es posible, llevar con uno los documentos de los animales.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
* Realización: Sam Cejas / Edición: Patricio Montalbetti
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