Cuáles son los cuidados básicos al adoptar un animal de compañía

La incorporación de un animal de compañía al hogar significa tomar distintas responsabilidades sobre este nuevo integrante de la familia. Es por eso de que es esencial que todos asuman roles, incluso el “recién llegado”. Sin importante si se trata de un perro o un gato, existen siete aspectos que se deben tomar en cuenta para una convivencia armoniosa. Aquí una guía, elaborada por el Centro de Protección Animal de Madrid, para poder disfrutar de estos momentos sin sobresaltos.

1- La elección del animal

Antes de elegir al nuevo integrante es importante preguntarse y al resto de los miembros de la familia si “de verdad” quieren su incorporación y las razones de esta acción. Es que cuando se suma un animal de compañía se le debe dedicar tiempo, además de paciencia, perseverancia e, incluso en algunos momentos, firmeza ante su posible comportamiento.

En ese sentido, los expertos advirtieron la importancia de evaluar las características propias de cada raza y brindarles los cuidados necesarios que requieren durante el primer tiempo de su estadía. Es por eso que recomendaron sumar una cama, un comedero y un bebedero; siendo que para los perros incorporaron correa y collar, y para los gatos recipientes de plástico para las piedritas sanitarias.

2- Alimentación

Otro aspecto esencial a la hora de incorporar un nuevo integrante “de cuatro patas” a la familia su alimentación, la cual debe basarse en una dieta balanceada que satisfaga sus necesidades energéticas y proporcione los nutrientes adecuados. Ya sean perros o gatos, lo ideal es que consuman alimento seco, adaptado para cada etapa de desarrollo. Asimismo, los expertos recomiendan evitar los alimentos crudos, ya que podrían traerles parásitos.

Asimismo, indicaron la importancia de consultar con el veterinario su peso para evitar una suba. Además, advirtieron que durante la gestación o lactancia de perros y gatos se debe incrementar la ración sobre, en especial en esta última etapa. Siendo que durante la primera semana se debe elevar 1,5 veces la cantidad necesaria de comida, en la segunda unas 2 veces y en la tercera hasta 3 veces.

3- Higiene

Sobre los baños, los expertos difieren en la frecuencia. Mientras que algunos afirman que no debería ser inferior a una vez al mes, otros indican que deben realizar un lavado cuando lo necesitan, por ejemplo cuando el pelo está sucio.

En el caso de los gatos, generalmente son menos tolerantes que los perros con el baño. Pero es posible lograr los acepte y que se acostumbre a ellos. Los productos para esta acción, deben ser siempre aquellos desarrollados para mascotas.

Otro aspecto central, según los expertos, es el cepillado. Según resaltaron, se puede realizar a diario para mantener su higiene sin alterar su piel. Al tiempo que al referirse a las uñas, en el caso de perros indicaron que no se desgastan bien, por eso deben cortarse y la mejor opción es acudir al veterinario; mientras que en los gatos, existen accesorios para arañar que permiten que las uñas en perfecto estado.

4- Educación

Por naturaleza, los perros son animales sociales y jerárquicos; es decir que desde cachorros necesitan conocer y asumir su rol dentro y fuera de la familia. Durante este periodo fundamental, se desarrolla la conducta denominada “periodo de sensibilización”, la cual se extiende entre las 3 y 10 semanas. En este momento, los pequeños asimilan lo que ocurre en su entorno, en especial la socialización del animal, la cual permite que acepten mejor a otros animales, tanto de su especie como de otras.

Para los expertos, es primordial enseñarles normas de convivencia básicas mediante el aprendizaje de conductas de obediencia muy sencillas y para lograrlo se debe decir su nombre antes de darle una orden, la cual debe ser una frase corta. También se deben corregir malos hábitos como es la mordida.

En tanto, el lenguaje con los gatos es diferente y, aunque existen posturas típicas, mayoritariamente obedecen a sus instintos y que son muy fáciles de reconocer.

5- Sexualidad y reproducción

Mientras las perras pueden tener su primer celo entre los 6 y 10 meses de edad, las gatas pueden tener varios celos seguidos y sus ciclos están influidos por la temperatura ambiental y la luz solar.

En lo que respecta al sangrado vaginal, un comportamiento normal en las perras, ocurre en la primera fase del ciclo y, aunque los machos se sienten atraídos, las hembras todavía no son receptivas. En las gatas, cuando están en celo se muestran inquieta, van de un lado a otro, apenas come, se frota contra el suelo y maúlla constantemente.

Para poder esterilizarlas, se utiliza un proceso quirúrgico que consiste en la retirada total o parcial de los órganos reproductores, el cual se efectúa tanto en machos como en hembras. Mediante esta estrategia se incrementa su calidad y esperanza de vida, y disminuye la posibilidad de que se desarrollen infecciones uterinas, tumores y enfermedades de los órganos reproductores.

6- Veterinario

Luego de elegir a un profesional de confianza, es necesario llevarlos para un control, ya que tanto gatos como perros precisan ser desparasitados y vacunados. El calendario de vacunación lo establece el veterinario. Además, como norma general y en ausencia de síntomas de enfermedad se debería acudir como mínimo una vez al año

7- Ejercicio

Para que nuestras animales de compañía se encuentran sanos y en forma deben hacer ejercicio de forma periódica. Según recomiendan los expertos, en verano es esencial evitar las horas de más calor. Además, es importe tener en cuenta que, al igual que los humanos, los perros sufren lesiones, por lo cual se debe controlar su actividad física y procurar que no se exceda en el ejercicio, ni realice actividades peligrosas.

En tanto, para los gatos que permanecen dentro de los hogares constantemente, es importante proporcionarles actividades de juego que satisfagan sus necesidades físicas y mentales.

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