Letonia es un país de Europa del Norte, con poco menos de 2.000.000 de habitantes desconocido para la mayoría del mundo y que ha salido a la palestra de los titulares de muchos países por haber rescatado a la única raza de vacas, original de ese país, que tiene la particularidad de ostentar el color azul en su pelaje.
Mientras en el 2000 solo había 18 vacas azules, actualmente hay alrededor de 1500, entre puras y mestizas. Esta es una raza única, que estuvo al borde de la extinción en la era soviética y que ha regresado de la desaparición en las últimas décadas.
El gobierno letón, en la esperanza de encontrar un ícono nacional que identifique al país en el mundo estableció un exclusivo y cuidado programa de cría para este ganado.
Conocidas inicialmente solo en la costa báltica de Letonia actualmente se han vuelto habituales también en las regiones centrales del país gracias a la acción difusiva gubernamental, que ayuda y promociona a todo granjero que desee tener y cuidar a una de ellas.
Las vacas azules, además del atractivo turístico de su exótico color presentan un marcado instinto maternal que las destaca.
En los hoteles y posadas letonas se puede observar a alguna de estas vacas como una atracción turística, pero los granjeros incluyen una vaca azul simbólica entre su ganado que además es muy útil por ese fuerte instinto maternal que las distingue.
Estas vacas adoptarán a cualquier ternero que por alguna circunstancia haya perdido a su madre y lo harán con una dedicación única y superlativa.
Las vacas azules se encontraban antes solo en las costas, donde llevaban una vida austera y rústica, pues son capaces de alimentarse con ramas y matas de arbustos de las dunas, incomibles para vacas de otras razas.
La leyenda dice que toman su color del mar, ya que nacen de color marrón claro, pero su piel se vuelve azul y se hace cada vez más oscura con los años. El pigmento también afecta al tejido muscular, produciendo una carne muy oscura. Las vacas azules producen menos leche que el promedio de las vacas de otras razas y colores, aunque su leche es más sana y nutritiva.
En la era comunista del país, la ocupación soviética se decidió por la producción masiva de carne y lácteos que favoreció a otras razas más productivas llevando casi a la extinción de la vaca azul.
En los 70 se hizo muy popular la pieza “The Blue One” y la original vaca retornó a la memoria popular, convirtiéndose en símbolo de la desaparecida identidad nacional.
En 2006, granjeros, científicos y mucha gente entusiasta fundaron la Asociación Vaca Azul para proteger a la raza y el gobierno letón comenzó a ofrecer subsidios especiales a los dueños de estas particulares vacas.
Se están llevando a cabo importantes investigaciones del ADN para identificar los genes únicos de la vaca azul, ya que se la conoce por su rusticidad y por su resistencia a las enfermedades, más allá de la rareza de su pelaje.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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