El sentido más desarrollado que tienen los perros es el olfato.
Los perros poseen un olfato 1.000.000 de veces superior al nuestro y además con alta capacidad discriminatoria, es decir con gran posibilidad de separar los olores, identificarlos, guardarlos en su memoria y poder reconocerlos con el tiempo.
Esto es así porque poseen una mayor superficie olfativa, equivalente a la superficie de su cuerpo, arrollada en el interior de su hocico y por el gran desarrollo del órgano de Jacobson llamado también Vomeronasal que permite la discriminación y separación de olores.
La nariz de un perro tiene más de 200 millones de receptores olfativos, mientras que los humanos son unos 5 millones.
Además, el número de células por unidad de superficie es cuatro veces mayor y los cilios olfativos en cada célula es seis veces mayor. Todo confluye a una mayor capacidad y sutileza olfativa canina. El olfato del perro es más independiente que el nuestro del gusto y miles de veces más sensible.
Por todo esto, los perros detectan mejor y muchos más olores que los que son capaces de percibir los seres humanos, pero hay algunos olores que no soportan.
Estos son:
- El alcohol
Tanto el medicinal como el que contienen las bebidas alcohólicas resulta muy desagradable para los perros. De hecho, cuanta más graduación tengan, más les molestará.
- Los cítricos
El olor de los cítricos no resulta muy desagradable para las personas, aunque sea algo fuerte. Sin embargo, a los perros no le gusta precisamente por eso, por ser un olor muy intenso que, además, se queda durante mucho tiempo en el ambiente, con lo que lo pueden percibir durante mucho tiempo.
- Los perfumes humanos
Un caso similar se da con los perfumes de uso humano, que poseen compuestos químicos muy confusos para el olfato canino. A los perros tampoco le gustan olores artificiales generados por otros productos como la laca o el esmalte de uñas.
- Los productos de limpieza
La cantidad de aromatizantes químicos que poseen estos productos son la causa principal del rechazo. Esto se acentúa en algunos casos donde además de su efecto irritante, el olor resulta desagradable. Es el caso de la soda cáustica el amoniaco o el cloro. Les molesta tanto que incluso pueden irritar seriamente las vías respiratorias de los animales.
- El vinagre
Como los cítricos, el vinagre tiene un olor muy fuerte y penetrante que lo hace insoportable para los perros. Hay que evitar utilizarlo cerca del animal.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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