Se vienen las Fiestas y con las Fiesta se viene la pirotecnia. Para un animal, para un perro, para un gato, la pirotecnia es una tormenta sorpresiva, no tiene el prolegómeno, el preludio que cualquier tormenta tiene con el olor a ozono, el olor a tierra mojada que el perro percibe 6 horas antes. Le permite revolcarse en la tierra a la mañana y a alguien de campo decir que a la tarde va a llover.
Esta tormenta sorpresiva que genera el “mono desnudo”, que se llama el ser humano, tratando de evitar y dominar a la naturaleza es algo que puede generar indiferencia en algunos animales, puede generar miedo en otros animales —razonable— y puede generar pánico. Cuando genera pánico, está en peligro la propia integridad del animal.
Lo que tenemos que hacer si nos quedamos con el animal es no darle demasiada importancia, no sobreprotegerlo, porque sino el razonamiento del animal será: “Si mi líder se está preocupando quiere decir que esto es serio”.
Y cuando nos vamos y lo dejamos solo, si se trata de un perro hay que tener en cuenta lo siguiente:
*No lo dejes atado
*Déjalo con agua suficiente.
*No lo dejes en una terraza, no lo dejes donde haya claraboyas, donde hayan puertas de vidrio.
*Dejalo en un lugar tranquilo y protegido donde no se pueda dañar.
Si tenés un gato y te vas a quedar en casa es muy fácil. Abrí la puerta del placard acomódalo como para que allí pueda refugiarse, porque es un aislamiento acústico y oscuro una verdadera cueva que le va a dar paz en medio de toda la pirotecnia. Felices Fiestas.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
SEGUIR LEYENDO: