Estos mamíferos que pueden llegar a pesar 550 kilos y medir 3 metros viven alrededor de 60 años, son muy apacibles y mayormente herbívoros. A pesar de ser animales marinos, precisan emerger del agua para respirar, por lo que viven en zonas poco profundas. Lamentablemente, la especie se encuentra amenazada por la pesca incidental, colisiones con embarcaciones, pérdida de hábitats y contaminación.
Según la organización mundial conservacionista WWFCA, los manatíes contribuyen a mantener el equilibrio de la vegetación en los ecosistemas y su salud es un indicador del bienestar marino y ecológico en general.
“Las prácticas pesqueras deficientes amenazan a los manatíes, cuando se utilizan métodos que capturan manatíes involuntariamente y hieren o matan a estos animales. Estos eventos se denominan pesca incidental”, explicaron desde WWFCA.
Asimismo, viven en áreas poco profundas y son muy curiosas, por lo cual es común verlas en zonas de mucho turismo. ”Los manatíes se mueven lentamente mientras que pastan y nadan en áreas costeras urbanizadas y están propensos a colisionar con las embarcaciones, las cual lesionan, mutilan y hasta matan a estos mamíferos marinos gigantes”, detallaron.
Al dormir y alimentarse tan cerca de la superficie, la urbanización costera se constituye como una gran amenaza para ellos, que corren gran riesgo de perder su hábitat. A su vez, especificaron desde WWFCA, “los manatíes dependen de los pastos marinos y otros ecosistemas próximos a las costas para su alimento y resguardo” y estas áreas son justamente las que “sufren el impacto más inmediato de la escorrentía proveniente de la agricultura, la que contamina los ecosistemas costeros y amenaza el hábitat del manatí”.
¿Dónde viven los manatíes?
Tal como afirmó la organización Save The Manatee, se trata de una especie migratoria: “En los Estados Unidos, se concentran en Florida en el invierno. En los meses de verano, se pueden encontrar hacia el oeste hasta Texas y hacia el norte hasta Massachusetts, sin embargo los avistamientos en Alabama, Georgia y Carolina del Sur en verano son más comunes. El manatí antillano también se puede encontrar en las costas y ríos de América Central y a lo largo de la costa norte de América del Sur, aunque su distribución en estas áreas es discontinuada”.
Desde National Geographic, detallaron que el manatí antillano es una subespecie del manatí estadounidense, “que también incluye el manatí de Florida más conocido que reside en la costa este de los Estados Unidos”. Y en relación a la amenaza que sufren a diario, agregaron: “Sus números decrecientes han llevado a su designación en peligro en la Lista Roja de la UICN. Los grupos de conservación dicen que este manatí es particularmente difícil de proteger porque se sabe relativamente poco al respecto”.
El dato no es menor: la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, conocida también como “Libro Rojo”, fue fundada en 1964 y se dice que es el listado más completo y la fuente de información más exhaustiva del estado de conservación de la especies de animales, hongos y plantas a nivel mundial.
A nivel global, según Save The Manatee, el manatí antillano se puede encontrar en México, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Trinidad, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica, Cuba y en las Bahamas.
Existen planes de conservación que se realizan a través de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales: “La conservación de los manatíes en los países de Latinoamérica se lleva a cabo desde muchos años. A nivel regional existe el Plan de manejo regional para el manatí de las Indias Occidentales que fue actualizado en 2010 (UNEP). Además varios países desarrollaron un plan de manejo y de protección de los manatíes a nivel nacional tomando en cuenta las especificidades de las amenazas en contra de los manatíes en su país”.
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