Los gatos son en el mundo líderes en popularidad creciente.
En muchos países y sobre todo en las zonas urbanas, junto con los perros, son los más elegidos como animal de afecto y compañía.
Aunque tienen una falsa fama de ariscos y solitarios, cuando no de traicioneros cuando toman confianza y relación con sus tutores, son seres muy especiales y cariñosos.
Al ser especiales es necesario no cometer errores al establecer una relación con ellos.
Esto se logra evitando algunas actitudes que los gatos aborrecen de los seres humanos para que la convivencia fluya adecuadamente.
El contacto con el agua
Los gatos detestan el contacto físico con el agua salvo que se los haya acostumbrado desde muy pequeños.
Una simple salpicadura puede molestarles, por lo que es muy importante tener mucho cuidado evitando el contacto con ella.
Nadie sabe certeramente por qué sienten tanta desconfianza hacia el agua, pero parecería ser que los felinos al proceder de lugares desérticos, es algo que llevan grabado en su ADN, en su evolución filogenética.
Saber dar caricias y sus límites
Los gatos son muy independientes, y muchas veces aman y defienden esa condición y su soledad por encima del contacto con otros, incluidos nosotros mismos.
Esto no significa que no aprecien las muestras de cariño por parte de sus tutores.
Lo importante es saber cuándo y dónde acariciar y sobre todo cuando detenerse.
Evitemos las caricias en las patas traseras, la cola y la barriga, se sienten como una amenaza y serán rechazadas efusivamente las más de las veces.
Los lugares favoritos para los mimos son la cabeza, el mentón, el cuello y las orejas.
Tengamos especial cuidado en observar el lenguaje de la cola de un gato que siempre se anticipa al “basta” agresivo.
No generar cambios en la rutina
Los gatos son animales de costumbres rutinarias, que deben llevar una vida muy precisa, reglada y previsible.
Cualquier tipo de cambio, como una mudanza o un viaje, los altera de forma significativa. Lo mismo ocurrirá con una simple variación en su alimentación o en las piedritas de su bandeja sanitaria.
Por eso cuando estos cambios sean inevitables lo mejor para que el animal no se estrese es hacerlos de manera progresiva.
Las puertas cerradas
A los gatos le molestan las puertas cerradas, porque al ser territoriales le limitan el acceso a lo que consideran parte de sus dominios.
Se estresan mucho al no poder tener controlado el espacio donde viven.
Por lo tanto, es bueno mantener siempre las puertas abiertas para que puedan moverse por toda la casa con total libertad.
Los olores fuertes
Al tener un sentido del olfato muy desarrollado, es lógico que no les gustan los olores fuertes, por ejemplo: lavandina, ajo o vinagre.
Hay que tener especial cuidado con los productos de limpieza, asiduos portadores de olores agradables para el ser humano pero repulsivos para los gatos.
Enumeramos que cosas odian los gatos en su convivencia con los humanos. Si las evitamos lograremos que nuestro gato crezca sano y feliz.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
SEGUIR LEYENDO: