Los perros han sido, son y seguirán siendo compañeros inseparables del ser humano y en esa convivencia nos han marcado, y nosotros a ellos, en un ida y vuelta rico y maravilloso.
Ellos merecen nuestro cariño y nuestro tiempo sin importar su edad, su raza o condición.
La imaginación popular cree que un cachorro es el único que puede aprender y percibe, erróneamente, que los perros adultos son demasiado mayores para aprender cosas nuevas y ser educados consecuentemente.
Un perro puede aprender normas básicas de comportamiento sin importar su edad, solo se requiere de paciencia, persuasión, persistencia, periodicidad y las más de las veces recompensa o, para completar la regla de las P: premio, que actúe como refuerzo.
El aprendizaje del perro se basa en que asocie una conducta determinada con una consecuencia que será la acción deseada.
Las más de las veces para lograr mejores resultados y lograr el objetivo de la comprensión de órdenes básicas, resulta conveniente apelar a los refuerzos positivos (o sea la recompensa apetitosa).
Estos son los siete requisitos deseables:
1.- Lo primero que hay que lograr es la atención, la paz y la tranquilidad a la hora de aprender . Por ello llevarlo antes a que haga ejercicio para liberar energía es un buen método para que se calme y preste atención plena en la “clase”.
2.- El siguiente requisito es buscar un ambiente tranquilo donde el perro logre la concentración y la atención necesaria para aprender. Hay que encontrar un lugar en el que no haya distracciones y así pueda atender, concentrarse y comprender las órdenes de forma óptima.
Una vez logrados los primeros resultados positivos en el aprendizaje es bueno y hasta necesario cambiar de ambiente buscando ambientes con crecientes distracciones para afianzar lo aprendido.
3.- Debemos empezar con órdenes sencillas y posteriormente, cuando las haya comprendido iremos aumentando la dificultad.
4.- El cuarto requisito es que el tiempo de aprendizaje, la clase, a implementar sea corta dado el tiempo de atención limitado de los perros.
Es bueno incluir ciertos descansos durante el proceso.
5.- Las órdenes deben ser claras. Utilizar siempre la misma palabra apoyada en los mismos gestos, expresiones y tono de voz, para la misma conducta de esta forma se evitarán las órdenes confusas.
6.- Las recompensas deben ser originales y utilizadas exclusivamente en la circunstancia del aprendizaje.
Las “golosinas” caninas o los snacks son premios especiales o recompensas que no integran la comida habitual.
Deben ser ricos , originales y exclusivos.
Este refuerzo positivo mantiene constante la motivación del perro.
7.- Finalmente el último requisito para que el aprendizaje sea exitoso es la paciencia, no enseñar con enojo y evitar los castigos, que generan miedo y stress.
La enseñanza solo se debe hacer por aprendizaje positivo y el único castigo será el no premio.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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