Lo importante de entender es que el perro es un ser gregario, un ser social que vive y está condicionado a vivir en manada, en conjunto. No puede ni quiere vivir solo. Es muy difícil encontrar u perro ermitaño. Es ese contexto es que hay que entender al perro y su conducta. ¿Cuánto tiempo puede quedar solo mi perro? ¿Se está vengando cuando rompe cosas en mi ausencia? ¿Por qué ladra compulsivamente cuando no estoy?
Ésta y muchas preguntas más son las que se hace un dueño o tutor de perro cuando ese perro se queda solo y aparecen problemas. El tiempo máximo en el que un perro puede permanecer solo no es una cifra fija y constante, sino que depende de muchos factores.
Uno de ellos es la edad, no es lo mismo dejar un cachorro solo mucho tiempo que un perro adulto maduro o un viejito. Los perros cachorros, por la necesidad propia de la edad, de actividad muy marcada, no pueden quedarse mucho tiempo solos sin hacer alguna manifestación expresa de su angustia por estar sin compañía.
Con los viejitos ocurre lo mismo, pero por el aumento claro de la emocionalidad en todos sus aspectos producto de la edad, a lo que se suma la necesidad de satisfacer con mayor frecuencia urgencias fisiológicas que obligan a transgredir las reglas aprendidas.
Otro factor más que trascendente es el estado de salud física de un animal. Al estar mucho tiempo solo, no puede satisfacer nuestras expectativas de convivencia armónica.
La raza puede influir. En algunas razas muy temperamentales o muy ladradoras, el estar solos puede aumentar las posibilidades de una estadía convulsionada y ruidosa, no compatible con nuestra tranquilidad y la del vecindario.
El carácter propio del perro es muy importante a la hora de dirimir cómo le influirá la soledad en su forma de reaccionar ante el tiempo de soledad.
El tiempo en que el animal lleva viviendo en la casa es muy importante a la hora de definir cuál será su reacción ante la soledad. Un perro acostumbrado a la casa, a su entorno, no es lo mismo que un animal en el período de adaptación a un nuevo entorno.
Cumplimentar con el intervalo mínimo tolerable fisiológico en aquellos animales que han sido educados para que hagan sus necesidades en determinados espacios (parque, acera, etc.) es fundamental para evaluar las conductas ante la soledad.
Como norma general, un perro no puede estar más de 8 horas solo en casa sin salir.
La salida para el perro tiene los mismos efectos que para nosotros tiene la lectura del diario: nos informa, nos refresca y nos cuenta qué pasa en el mundo.
La salida en un perro no es reemplazable por un gran fondo ni mucho menos. El perro necesita salir a “chusmear” siempre con collar, correa y bolsa para recolectar su materia fecal, pero siempre necesita salir.
Si no lo hace en tiempo y forma, pueden aparecer indicios de serias patologías como la ansiedad por separación caracterizada por falta de apetito, ladridos o aullidos compulsivos, eliminación en lugares inadecuados, manía destructiva y conductas sin sentido como la deambulación en circuitos o algo semejante.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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