Se trata de un grupo de profesionales que se acercó a las zonas arrasadas para proteger a los animales de producción afectados por el fuego e inclusive a la fauna local.
La mayoría de las heridas son quemaduras de gravedad a causa de las llamas.
Los focos de incendio en Córdoba, Santiago del Estero y provincias aledañas han arrasado no sólo con las viviendas de la zona, sino también con sus animales, a los que despojaron de su alimento y cobijo.
Al afectar los bosques nativos arrasándolos despojaron de resguardo, hogar y alimento a centenares de animales de la fauna autóctona, habitantes naturales de ese territorio. Algunos de ellos lograron escapar de las llamas, pero en ese proceso de escape sufrieron quemaduras de gravedad.
Aunque la información disponible es en general muy escasa y dispersa por la carencia de registros es posible afirmar que los incendios forestales y de pasturas que ocurrieron recientemente son de particular gravedad e intensidad comparativa con años anteriores ya que afectaron inclusive poblados, esta vez.
En general, las causas de los incendios pueden sintetizarse en la quema de los rastrojos en áreas de cultivos y la combustión espontánea por sequía extrema de material vegetal muerto en pastizales seminaturales. Muchos incendios que ocurren sequía mediante son naturales pero una importante cantidad son intencionales y se ven agravados por la importante acumulación de materia orgánica en superficie y las condiciones climáticas.
En jornadas agotadoras desde hace varios días, muchos médicos veterinarios asisten a los distintos animales que han sido afectados por el fuego. Los animales son más que nada caballos y vacas, a los que se les suma algún ejemplar de fauna autóctona.
Respecto a las lesiones de los animales la mayoría tiene quemaduras externas y los más graves poseen algunas lesiones internas de importancia. Presentan grandes extensiones del cuerpo completamente quemadas y su pronóstico se ve comprometido con una recuperación que será muy lenta.
Otros animales aún no han sido hallados por los productores y no se descarta que hayan huido lejos de frentes de incendio. Los médicos veterinarios que están trabajando lo hacen como un aporte solidario y social que se complementa con donaciones de laboratorios y particulares de medicamentos, accesorios y alimento.
Una manera diferente y muy comprometida de ejercer una de las profesiones ligadas a los sentimientos más empáticos de todos los argentinos: la medicina veterinaria.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
SEGUIR LEYENDO: