Las organizaciones defensoras de animales desaconsejan las propuestas de actividades con animales exóticos en vacaciones, por muy tentadoras que sean para las familias con niños.
El selfie, los paseos o las atracciones con animales en zoológicos, circos y otros lugares deberían ser siempre cuestionados por los viajeros, según aconseja la organización alemana Vier Pfoten (Cuatro patas).
Para la entidad, lo que usualmente luce como un paseo inofensivo representa para muchos animales puro estrés y, en el peor de los casos, una grave crueldad.
La organización protectora de animales también advierte acerca de las propuestas para nadar con delfines o alimentar animales salvajes.
Según la entidad, los animales salvajes deberían ser observados en lo posible en su hábitat natural y con mucha distancia. Los parques nacionales y los centros de conservación de especies amenazadas son buenos lugares para hacerlo.
Vier Pfoten considera que debería ser un tabú alimentar, acariciar o montar animales salvajes, y recomienda en cambio realizar excursiones en la naturaleza y visitar centros de rescate serios.
La organización señala que a la hora de visitar uno de esos centros de rescate, los visitantes deberían prestar atención a que el bienestar de los animales y la sostenibilidad tengan la máxima prioridad.
Vier Pfoten aconseja evitar visitar y comprar boletos para los parques que ofrecen demostraciones o incluso interacciones con animales salvajes.
En algunos países europeos sigue habiendo atracciones para turistas que son claramente crueles con los animales, dijo.
La organización protectora menciona como ejemplos los osos de los restaurantes del sureste de Europa y las corridas de toros. Pero también advierte que hay zoológicos privados de dudosa reputación en Alemania donde, por ejemplo, se puede acariciar a los cachorros de tigre.
Los protectores de animales también cuestionan el uso de animales domesticados para el turismo. Por eso, desaconsejan los paseos en carruaje, burro, pony o camello. En algunos lugares, los animales se utilizan durante más de diez horas y a menudo no se respetan los descansos.
Asimismo, recomiendan no contratar paseos en carruaje en el centro de las ciudades. El ruido y el tráfico causan un gran estrés a los caballos.
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