Quien haga un paseo por la montaña con su perro debería prestar atención a que en el camino no pasten vacas. Y si toca atravesar un prado con esos animales, en lo posible hay que hacerlo con calma y sin bullicio.
Los expertos aconsejan que, en el caso de que se produzca una agresión por parte de una vaca, el dueño del perro lo suelte a este de la correa. La explicación es que solo así el perro será lo suficientemente rápido como para huir de la vaca y desviar la atención de esta del caminante.
Para preparar una excursión a la naturaleza, los expertos recomiendan revisar las reglamentaciones regionales sobre la obligación de usar correa, así como también informarse sobre las plantas y animales venenosos que pudieran crecer o haber en la zona.
Pero hay aún otras cosas a las que un dueño de un perro debe prestar atención. Entre otras, debería informarse sobre fuentes naturales de agua exitentes a lo largo del camino. Si no las hay, debe llevar consigo suficiente agua para el animal.
De hecho, es bueno planificar regularmente pausas para hidratarse. Ya al planear el paseo hay que tener en consideración la condición individual del perro y no sobreexigirlo. Conviene evitar senderos muy pedregosos y escarpados. Asimismo, ya antes de la excursión, hay que acostumbrar al perro a un arnés seguro.
Durante el paseo, hay que proteger al perro lo más posible de los rayos del sol y, en el caso de cercos eléctricos, los dueños deben prestar especial atención a que el animal no se acerque demasiado.
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