En tiempos como los que transcurren hoy en día, donde hablar de vacunación es moneda corriente, es necesario también poner atención al calendario indicado por el veterinario para los perros y gatos que nos acompañan.
La vacunación en las mascotas, al igual que en los humanos, tiene como objetivo principal proporcionar la protección necesaria para evitar el contagio de enfermedades transmisibles o en el caso del contagio, minimizar los efectos sobre la salud integral. A veces estas enfermedades no tienen tratamientos o son difíciles de tratar por lo cual con la simple aplicación de las correspondientes vacunas podemos evitar, desde temprana edad, exponerlos o minimizar los efectos perjudiciales de las enfermedades más comunes que los afectan ya sea por circulación ambiental, contactos estrechos con otros animales u otros medios de contagio.
Tras administrar la vacuna, se genera un estímulo del sistema inmunológico y este reacciona como si se tratase de la infección real pero atenuada por la propia acción de la vacuna que busca la generación de los anticuerpos específicos para combatir la enfermedad a futuro frente a la exposición real. Estos anticuerpos, dependiendo de la etapa de vida, necesitan refuerzos en determinados esquemas de tiempo que se determinan en el calendario de vacunación para completar esta protección en forma total.
Tanto para los perros como para los gatos es fundamental comenzar su plan de vacunación desde temprana edad, en el caso de los canes desde las 6 semanas y en los felinos a partir de la semana 8 de vida. “En primera instancia al ser cachorros se logra reforzar las defensas naturales del sistema inmunológico y brindar la inmunidad necesaria en esta etapa de desarrollo contra las enfermedades más comunes que los pueden afectar en el crecimiento que al ser tan pequeños algunas son de pronósticos muy reservados o con secuelas irreversibles”, sostiene Nicolas Fiasche, médico veterinario de la productora de alimento balanceado BAIRES S.A..
Luego, siendo adultos, se debe respetar anualmente la aplicación o refuerzo de las vacunas que cubren las enfermedades propias de mayor contagio y circulación. En Argentina, la vacuna contra la rabia es obligatoria dentro del calendario, esto se debe a que es una zoonosis, significa que es un tipo de enfermedad infecciosa transmisible naturalmente desde animales al ser humano. Según la Organización Panamericana de la Salud, en el continente americano se ha logrado reducir drásticamente la incidencia de la rabia humana transmitida por perros a cerca de un 98%, siendo que alrededor de 100 millones de canes son inoculados en las campañas anuales de vacunación contra esta zoonosis en América.
Entre otros cuidados que son menesteres para mantener la salud de los animales de compañía se encuentran la desparasitación y la correcta alimentación. A partir de la tercera semana de vida y previo a las primeras vacunas ya se puede comenzar el proceso de desparasitación interna, siempre y cuando esté guiado por las indicaciones del veterinario. Tener estos planes al día evita afecciones que pueden traer la proliferación y crecimiento de parásitos intestinales que al multiplicarse puede agravar cuadros menos complejos. En cuanto al control de los parásitos externos, pulgas y garrapatas, es tan importante como el control de los parásitos internos, principalmente porque ambos son transmisores de enfermedades por la vía sanguínea.
En cuanto a la alimentación, los perros y gatos son animales carnívoros, aunque con diferencias entre ellos, donde sus organismos están preparados para alimentarse en su mayoría con proteínas de origen animal. Bajo este concepto una dieta alta en proteínas, pero con su mayoría de este tipo de origen especifico es lo ideal. Es importante también no sobrealimentar al animal y ejercitar con ellos a través de juegos y paseos, de esta manera evitaremos el exceso de peso.
Respetar el calendario de vacunación no solo es protección de su salud sino también de la de sus propios dueños, otros animales y cualquier persona que tome contacto con ellos. Todos estos aspectos deben ser siempre consultados y supervisados por un médico veterinario, ya que es el único especialista autorizado para validar esta información, siempre en búsqueda del beneficio para nuestras mascotas.
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