Madre hay una sola
La madre perruna reconoce a los cachorros enfermos por su temperatura y movilidad y así regula su atención.
Es por esa cualidad que puede separar a los débiles o enfermos. Al apartarlos protege a los otros garantizando su supervivencia.
¡Qué olfato!
Los perros tienen un olfato 1.000.000 de veces superior al nuestro, con una increíble capacidad de discriminación y memoria de olores.
La superficie del epitelio olfativo es semejante a al área de su cuerpo y el desarrollo muy marcado de un órgano ( el órgano vómero nasal u órgano de Jacobson) dedicado al olfato le permite este distingo.
En algunas razas como el Sabueso de San Huberto o Bloodhound (Pluto en nuestras caricaturas) pueden reconocer el olor de una persona con una dilución de una partícula mínima de ropa u otra pertenencia.
Cuando un perro huele una comida es capaz de separar discriminando cada uno de sus componentes y guardarlo en su memoria.
Con entrenamiento adecuado podrá relacionar el olor guardado con una búsqueda en particular y perseguir ese objetivo.
Si no lo baña...
A los cachorros cuando no se los puede bañar por su escasa edad conviene limpiarlos con fécula de maíz, la misma de uso culinario, pasándola a pelo y contrapelo con un cepillo semiblando.
Las partículas de polvo cargadas eléctricamente se irán con la fécula al sacudirla y nuestro cachorro estará más limpio, con color más intenso y seco.
Párpados por tres
Los perros, como muchos otros animales, tienen un tercer párpado, llamado también cuerpo clignotante o membrana nictitante que cubre el ojo desde la comisura interna del párpado hasta la exterior.
Es una protección extra para el ojo ante la posición más expuesta del ojo y la falta de cejas marcadas.
El ser humano los tiene atrofiados.
A la hora de comer
La comida a los perros se les debe colocar en el horario pautado y establecido y se les debe retirar a los quince minutos, con comedero y todo.
No se les debe dejar a voluntad por múltiples razones.
La primera es una razón de jerarquía: es el líder de la manada ( el tutor) el que “consigue” la comida y la comparte con el resto de la manada .
Esa actitud reforzará el vínculo y dejará claras las jerarquías..
Otra razón es que al disciplinar la ingesta podremos saber cuándo nuestro perro esta inapetente y por ello dilucidar mejor si estuviera enfermo.
Por otra parte, sobre todo en verano, la comida puede alterarse al exponerse al calor excesivo y al sol.
Cambio de leche
A la mayoría de los perros la leche les produce diarrea porque la leche de vaca tiene más lactosa que la leche de perra.
La solución es darle, si queremos, leche deslactosada, la de cartón amarillo, que se vende en polvo y fluida en los supermercados.
No obstante existe una raza, el Boyero de Berna, criado y seleccionado en tambos suizos que es tolerante a la leche común de vaca por un proceso de selección a través de los siglos.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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