Tanto los perros como los gatos tienen su población dividida y categorizada en grupos sanguíneos distintos que a su vez difieren de los grupos sanguíneos de los seres humanos y entre sí.
Los gatos, por ejemplo, tienen sangre grupo A, B y raramente grupo AB.
A modo de ejemplo, la mayoría de los gatos de los Estados Unidos tienen sangre del grupo A.
Esto varía de país en país, en directa relación con el origen genético de la población de los gatos del mismo.
El 99% de los gatos de pelo corto, tienen sangre del grupo A, mientras que otras razas tiene sangre predominantemente del grupo B.
Como la popularidad de los gatos de razas puras se está incrementando, con ella aumentarán los gatos con sangre del tipo B.
No hay un grupo de donante universal de sangre en gatos, una pequeña transfusión de sangre de tipo equivocado puede matar a un gato si es que está sensibilizado para ese tipo de sangre.
Esto ocurre en algunas razas de gatos como el Británico Azul de Pelo Corto, el Cornish Rex, y el Devon Rex, en los que el porcentaje de gatos con grupo B es mucho mayor, quizás superior al 50%.
Otras razas con altos porcentajes de animales con grupo B de sangre son :Abisinio, Himalayo, Bobtail Japonés, Persa, Somalí y Sphinx.
Si una gata con sangre tipo B tiene gatitos de sangre tipo A, ocurrirán severas reacciones en los gatitos.
Los gatos tipo B tiene anticuerpos muy poderosos contra la sangre tipo A.
Estos anticuerpos pasan en la leche materna, lo que es entonces muy nocivo para los gatitos tipo A.
Al ser, el tipo A, un dominante genético, es lógico pensar que la mayor parte de los gatitos nacidos serán tipo A.
Cuando un gato macho tipo A se aparea con una gata tipo B se desencadena una Isoeritrolisis neonatal, que consiste en la destrucción de los glóbulos rojos del feto por los anticuerpos de la madre.
En aquellas razas en las que existen altos porcentajes de gatos del tipo B es bueno saber de qué grupos son los padres propuestos y para ello es sano que el veterinario de cabecera, si no puede detectar el grupo, al menos lleve a cabo una sencilla compatibilización cruzada de grupos sanguíneos.
En la sangre felina existen anticuerpos naturales contra otros grupos sanguíneos. Si a un gato en una transfusión se le aplica un mililitro de sangre que no le corresponde, puede ocasionar la muerte porque el felino tiene anticuerpos.
Por eso siempre se debe comprobar qué receptor y donante son compatibles.
Lo que sucede es parecido con la sangre humana.
Los gatos de tipo A tienen anticuerpos débiles contra el grupo B, pero los del tipo B tiene anticuerpos muy potentes contra el tipo A.
Es muy importante conocer el tipo sanguíneo en un felino para evitar una reacción hemolítica en una transfusión sanguínea; el calostro de las hembras también puede causar reacciones hemolíticas en los gatitos si estos son de un tipo sanguíneo para el que su madre genera anticuerpos.
Los perros tienen ocho tipos sanguíneos: DEA-1.1, DEA-1.2, DEA-3, DEA-4, DEA-5, DEA-6, DEA-7, DEA-8. DEA significa Dog Erythrocyte Antigen (Antígeno Eritrocito de Perro).
El que presenta mayor riesgo de reacciones es el grupo DEA-1.1 porque tiene mayor poder antigénico y es también es el donante universal.
En los caninos no existen anticuerpos preformados contra algún grupo sanguíneo, por ello no es necesario realizar pruebas de compatibilidad al hacer una primera transfusión.
En las siguientes el procedimiento correcto es hacer la compatibilización sanguínea previamente.
Transfusión de sangre, bancos de sangre, recursos terapéuticos que adecuadamente utilizados son un recurso que aporta calidad y cantidad mayor de vida a nuestros compañeros de ruta ladradores y maulladores.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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