Cada 14 de julio se conmemora el Día Internacional de los Tiburones, el segundo grupo de vertebrados más amenazado del planeta. Y como una oportunidad para remarcar la importancia de preservar a los tiburones en general, y al Escalandrún (Carcharias taurus) en particular, se presenta un conjunto de acciones y objetivos para la conservación transfronteriza de esta especie críticamente amenazada en los mares del Cono Sur.
Como resultado del Taller Regional del tiburón Carcharias taurus en el Atlántico sudoccidental -que involucró a más de 30 organizaciones durante el último año-, se presentó un conjunto de acciones y objetivos para la conservación transfronteriza de esta especie críticamente amenazada en los mares del Cono Sur. Estos aportes contribuyen a la planificación estratégica regional para su protección efectiva y sostenida en Argentina, Brasil y Uruguay.
Este gran tiburón es conocido como Escalandrún en Argentina, Sarda en Uruguay o Mangona en Brasil; y aunque en cada país tiene un nombre distinto, los define algo en común: una visión regional consensuada para mejorar su estado de conservación y manejo.
Tras este horizonte común, se trabajará en forma conjunta para que el tiburón Carcharias taurus esté preservado en el Atlántico sudoccidental (ASO) a largo plazo, cumpliendo su rol ecosistémico, en virtud de medidas de manejo articuladas e implementadas a través de los distintos instrumentos locales y regionales entre Argentina, Brasil y Uruguay.
El resultado fue posible luego de un año de trabajo en el marco del Taller Regional del tiburón Carcharias taurus en el Atlántico sudoccidental: esfuerzos transfronterizos para su conservación y aportes para una planificación estratégica regional. Durante este período, representantes de los 3 países -incluyendo técnicos de las principales instituciones gubernamentales, investigadores, pescadores deportivos y comerciales, acuarios y organizaciones de la sociedad civil-, identificaron y acordaron 16 objetivos y 44 acciones para los próximos 6 años, sobre 4 ejes: reglamentación y fiscalización; pesca y uso; educación y comunicación; e investigación.
Las principales acciones consisten en identificar poblaciones, zonas críticas para la especie, impacto de la pesca y de las medidas de gestión actuales; concientizar sobre su estado de conservación crítico a escala regional; fomentar la implementación efectiva de buenas prácticas de pesca comercial y deportiva; promover alternativas para comunidades locales que viven de este tiburón; e impulsar la colaboración entre los tres países para una aplicación sinérgica y eficaz. ¿La meta? Evitar la extinción de este tiburón en esta región.
Los tiburones, al igual que los grandes predadores terrestres, ayudan a mantener sanos los ecosistemas marinos, por lo que su extinción impactaría nuestro mar y afectaría a las personas que de él dependen. La situación del Escalandrún es crítica en la región; se redujo un 90% en las últimas 4 décadas, principalmente, como consecuencia de la presión pesquera comercial -industrial y artesanal- y deportiva. Además, esta especie es muy vulnerable a la explotación porque tiene pocas crías (dos cada 2 años) y se reproduce a edades tardías.
Esfuerzos regionales para conservar especies migratorias
Organizado por Wildlife Conservation Society Argentina y Fundación Vida Silvestre Argentina, el taller fue diseñado y facilitado por el Grupo de Especialistas en Planificación para la Conservación (CPSG, por sus siglas en inglés) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Centro de Sobrevivencia de Especies de Brasil de UICN, y financiado por la Fundación Mac Arthur y WWF Holanda.
Acompañaron organismos gubernamentales de los 3 países, como el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de Argentina (INIDEP); la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) perteneciente al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Uruguay; el Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade (ICMBio) -perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno Federal de Brasil-; el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de Buenos Aires y la Secretaría de Pesca de la Provincia de Chubut. Y también, numerosas instituciones científicas y académicas, organizaciones de la sociedad civil, fundaciones, acuarios, sindicatos de pescadores comerciales y agrupaciones de pescadores deportivos.
Establecer un marco de trabajo regional, articulado, intersectorial y trinacional es un paso fundamental hacia la protección efectiva y sostenida de esta especie, críticamente amenazada en los mares del Atlántico Sur.
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