Mientras que la enfermedad por coronavirus (COVID-19) se propaga principalmente de persona a persona, aún no hay evidencias que los animales puedan ser un factor de contagio hacia el ser humano o bien puedan contagiarse ellos mismos.
El virus de la COVID-19 es un tipo de coronavirus. Los coronavirus son una familia de virus. Algunos causan enfermedades parecidas al resfrío en las personas, y otros causan enfermedades en los animales, como los murciélagos,, entre otros.
Además, algunos coronavirus solo infectan a los animales. Aunque se desconoce la fuente de origen específica, se cree que el virus que causa la COVID-19 comenzó en un animal, se extendió a los humanos propagándose entre ellas.
De acuerdo a la, información actualizada, algunos perros y gatos pueden haberse infectado con el virus que causa la COVID-19.
De la pequeña cantidad de perros y gatos a los que se les confirmó la infección con el virus que causa la COVID-19, algunos no mostraron ningún signo de enfermedad. Esto puede haber ocurrido principalmente después de que los animales estuvieran en estrecho contacto con personas infectadas con el virus de la COVID-19.
En función de la información disponible, el riesgo de que los animales transmitan el virus de la COVID-19 a las personas se considera bajo o nulo. Los animales de compañía no parecen jugar un papel significativo en la propagación del virus que causa la COVID-19.
No hay pruebas de que los virus se puedan propagar a las personas o a otros animales a través de la piel o el pelo de un perro o de un gato. Por el contrario existen trabajos muy recientes que inclusive descartan esa posibilidad considerando un factor de inactivación viral existente en el pelo del perro y del gato.
Sin embargo, hubo algunas sospechas en tiempos más tempranos de la pandemia en los que algunos casos en zoológicos pudieron despertar la sospecha de contagio como así también algunas experiencias de cardiólogos veterinarios en Inglaterra.
Hoy en día se cree y se sabe que los animales pueden infectarse pero no contagiarse ni contagiar la enfermedad sin que ello sea una causa de bajar la vigilancia epidemiológica al respecto.
Infección es que los animales en un ambiente de alta carga viral algunos animales pueden albergar al virus en su cuerpo. Esto no implica capacidad activa de replicación viral ni capacidad de contagio. Contagiarse o contagiar es transmitir la enfermedad concreta con signos, síntomas y evolución.
De acuerdo a la información vigente actualizada esto no ocurriría en los animales ni siquiera por el contacto directo. Entonces, la gran pregunta es ¿para que los rusos diseñan una vacuna contra la COVID-19 para animales y la consideran efectiva?
La respuesta es que no queda claro porque en la misma información respaldatoria hablan de solo 27 casos de infección y obviamente de la respuesta inmunológica de los animales a la vacuna.
Una verdadera paradoja con poca explicación y que por apresuramiento en el sacrificio de 17.000.000 de visones en Dinamarca le costó el puesto a la Ministro de Medio Ambiente que había ordenado unos días antes por haber encontrado el virus en alguno de ellos. Infección no es contagio.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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