El hecho de que los animales sean considerados personas no humanas, sujetos de derecho sensibles, sintientes y sufrientes, resulta quizás novedoso para algún desprevenido pero es una idea que se ha venido planteando hace ya varios años dejando de lado las viejas afirmaciones, algunas en el plano estrictamente legal, que consideran a los animales cosas.
Si la pregunta sobre si los animales sienten la hacemos en el marco popular sin lugar a dudas tendrá una respuesta afirmativa en una abrumadora mayoría. Distinto hubiera sido el resultado si la hubiéramos realizado hace unos años en el plano científico.
Pero en la actualidad numerosos trabajos científicos reconocen que aquello que percibimos desde siempre parece ser científicamente cierto y comprobable: los animales sienten, sufren, son sensibles y de hecho son personas no humanas.
Con el mismo énfasis con que antaño una sociedad machista y retrógrada le quitó los derechos a los esclavos, a los pueblos originarios y a las mujeres, esa misma sociedad está hoy tratando de recuperar a los animales sus derechos reales.
En ese sentido, el Gobierno de Boris Johnson se adelanta a otros países iniciando el trámite parlamentario de una ley que reconocerá que los animales son seres con sentimientos. La ley contempla la creación de un ente que se encargará de supervisar que las áreas del Gobierno procuren que sus medidas y políticas futuras no tengan un efecto adverso sobre el bienestar de los animales como seres sintientes.
El paquete de leyes y disposiciones propuesto contempla el trato y protección de animales domésticos y silvestres, su comercio internacional y una regulación especial para la industria ganadera. Una nueva división policial se especializará en luchar contra el maltrato, crueldad y robo de animales de compañía.
A favor de la medida se han pronunciado la Asociación Battersea Dogs & Cats Home, una de las organizaciones británicas más relevantes en la defensa de los derechos animales y la Sociedad Humanitaria Británica, una de las entidades más antiguas del mundo en protección animal.
La preocupación por el bienestar animal avanza por todo el mundo y Europa no es ajena a ella. En Argentina, la Jueza Elena LIberatori, ha dictado fallos contundentes al respecto otorgando la categoría de persona no humana a la orangutana Sandra del ex Zoológico de Buenos Aires y determinado su traslado a un santuario.
Este fallo ha sentado jurisprudencia mundial y ha plantado a las leyes argentinas en una vanguardia que queda a la espera de normas legales que regulen y cambien el estado de “simples cosas” que el actual Código Civil otorga a los animales.
De ser así la Argentina se pondría a la vanguardia en el trato animal y la tenencia responsable de animales de compañía.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero. @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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