No es ningún secreto que el año que pasó ha afectado a nuestra salud mental colectiva. Entre los bloqueos que cierran la vida social y la incertidumbre de un mundo asolado por el nuevo coronavirus, ha pasado mucho.
Pero para millones de personas en todo el mundo, hay un factor que les ha ayudado a mantenerse a flote: sus mascotas. Los seres humanos han forjado vínculos más fuertes con las mascotas existentes y han adoptado nuevos animales a un ritmo rápido durante la pandemia.
“Creo que la pandemia ha cambiado nuestra relación con muchas cosas, incluido nuestro vínculo con nuestras mascotas”, dijo en diálogo con la revista Inverse Katherine Pankratz, veterinaria certificada por la junta de Animal Behavior Clinic.
Para Carri Westgarth, profesora de interacciones entre humanos y animales en la Universidad de Liverpool, “los perros pueden ser especialmente útiles”. Según Westgarth, pueden aumentar el capital social ayudándote a hacer amigos con tus vecinos; son fáciles de iniciar una conversación y te acercan a personas con las que de otro modo no te encontrarías”.
Pero, ¿quizás la forma más importante en que las mascotas han ayudado a mejorar nuestra salud mental durante la pandemia? Simplemente levantando nuestro ánimo.
Numerosos estudios científicos sugieren los beneficios para la salud mental de los animales de compañía, proporcionando datos que respaldan lo que muchos propietarios ya saben. Informes recientes señalan específicamente los beneficios para la salud mental observados durante los bloqueos de COVID-19, particularmente para aquellos que ya experimentaban problemas de salud mental antes de la pandemia
Sin embargo, es posible que esta relación entre humanos y mascotas no siempre genere beneficios para la salud mental a largo plazo. Un estudio sobre las relaciones con los animales de compañía durante el encierro encontró que los dueños de perros adolescentes aún se sentían más solos y tenían menos vínculos sociales con las personas durante la pandemia que antes. Las mascotas eran una “estrategia muy utilizada para lidiar con el estrés”, pero no podían reemplazar las interacciones con los demás.
¿Cómo nos han ayudado las mascotas a sobrellevar el COVID-19?
Compartir la casa con una mascota pareció actuar como un amortiguador contra el estrés psicológico durante el encierro, según una encuesta realizada por la Universidad de York y la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, publicada en la revista ‘PLOS ONE’.
La mayoría de las personas que participaron en la investigación, entre el 23 de marzo y el 1 de junio pasados, percibieron que sus mascotas eran una fuente de apoyo considerable durante el período de encierro. El estudio encontró que tener una mascota estaba relacionado con el mantenimiento de una mejor salud mental y la reducción de la soledad.
Alrededor del 90 por ciento de los 6.000 participantes tenían al menos una mascota. La fuerza del vínculo humano-animal no difirió significativamente entre las especies, siendo las mascotas más comunes los gatos y los perros, seguidos de los pequeños mamíferos y los peces.
Más del 90 por ciento de los encuestados dijo que su mascota los ayudó a sobrellevar emocionalmente el encierro y el 96 por ciento dijo que su mascota los ayudó a mantenerse en forma y activos. Sin embargo, el 68 por ciento de los dueños de mascotas informaron haber estado preocupados por sus animales durante el encierro, por ejemplo, debido a restricciones de acceso a la atención veterinaria y al ejercicio o porque no sabían quién cuidaría de su mascota si se enfermaba.
La autora principal, la doctora Elena Ratschen, del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de York, destaca que “los hallazgos de este estudio también demostraron vínculos potenciales entre la salud mental de las personas y los vínculos emocionales que forman con sus mascotas: medidas de la fuerza del vínculo humano-animal fueron más altos entre las personas que informaron puntuaciones más bajas para los resultados relacionados con la salud mental al inicio del estudio”.
”También descubrimos que en este estudio la fuerza del vínculo emocional con las mascotas no difirió estadísticamente según la especie animal, lo que significa que las personas de nuestra muestra se sintieron en promedio tan emocionalmente cercanas, por ejemplo, a su conejillo de indias como a su perro -añade-. Será importante asegurarse de que los dueños de mascotas reciban el apoyo adecuado para cuidar a su mascota durante la pandemia”.
El coautor, el profesor Daniel Mills, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Lincoln, resalta que “este trabajo es particularmente importante en el momento actual, ya que indica cómo tener un animal de compañía en su hogar puede amortiguar parte del estrés psicológico asociado. Sin embargo -precisa-, es importante que todos aprecien las necesidades de sus mascotas también, ya que nuestro otro trabajo muestra que no satisfacerlas puede tener un efecto perjudicial tanto para las personas como para sus mascotas”.
La doctora Ratschen puntualiza que, si bien el estudio mostró que tener una mascota puede mitigar algunos de los efectos psicológicos perjudiciales del encierro de COVID-19, “es importante comprender que es poco probable que este hallazgo sea de importancia clínica y no justifica ninguna sugerencia de que las personas deben adquirir mascotas para proteger su salud mental durante la pandemia”. El estudio también mostró que la interacción más popular con animales que no eran mascotas era la observación de aves. Casi el 55 por ciento de las personas encuestadas informó haber observado y alimentado aves en su jardín.
Con información de Europa Press
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