En un momento, un cachorro está comiendo pacíficamente y al siguiente corre por la casa como si hubiera un fuego ardiendo debajo de su cola. Estos episodios también llamados “zoomies” duran varios minutos, pero pueden sentirse mucho más largos cuando un perro atraviesa una casa llena de gente.
Entonces, ¿por qué los perros, gatos y otras mascotas corren sin razón aparente? “Simplemente se están divirtiendo”, aseguró en diálogo con la revista científica Live Science, José Arce, presidente electo de la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria. Estas explosiones de energía, técnicamente llamadas períodos de actividad aleatoria frenética (FRAP por sus siglas en inglés), son naturales y se observan en muchas especies de animales domésticos y salvajes.
Los FRAP pueden parecer aleatorios, pero algunos desencadenantes son comunes para los perros. Cuando un dueño deja que un perro salga de su hogar, el cachorro puede hacerlos para liberar la energía que acumuló durante el día. De manera similar, un dueño que regresa a casa después del trabajo puede hacer que un perro corra en un breve período de ejercicio después de una siesta de una hora. Otro momento frecuente para los FRAP es después del baño, posiblemente para liberar energía nerviosa o emoción al bañarse.
Los gatos tienen diferentes factores desencadenantes. Mientras que los cachorros tienen zoomies a lo largo del día, es más probable que los felinos los tengan al anochecer y al amanecer porque es cuando están más activos. También tienden a experimentar FRAP después de acicalarse y usar la caja de arena. Arce generalmente alimenta a sus propios gatos con comida seca, pero cuando rompe una lata ocasional de comida húmeda, corren por su casa. “Se ponen muy felices y emocionados, corren de un lado a otro del pasillo y saltan en el sofá”, dijo.
Cuando los gatos los experimentan tienden a correr menos tiempo que los perros. “Las razas de perros más atléticas y nerviosas, como los pastores australianos, pueden hacerlo con más frecuencia que los perros relajados, probablemente porque necesitan liberar su energía con más frecuencia”, aseveró el experto.
Los animales salvajes como hurones y elefantes también realizan FRAP. El comportamiento a veces se llama “binkies” en conejos y se cree que es una expresión de entusiasmo, según un estudio de 2020 publicado en la Revista de la Asociación Estadounidense para la Ciencia Animal de Laboratorio. Los conejos pueden hacerlo corriendo, girando la cabeza o el cuerpo, o incluso saltando en el aire.
“Aunque los FRAP son un comportamiento normal, algunos dueños de mascotas malinterpretan la energía frenética y les preocupa que su perro esté estresado o enfermo”, advirtió Arce. Los zoomies pueden malinterpretarse como comportamientos obsesivos compulsivos. Los perros con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) pueden perseguir sus colas, seguir las sombras, morder el aire como si estuvieran tratando de atrapar una mosca y trapear el piso con la lengua, pero hacer zoomies por la casa no es un signo de TOC en los perros.
Los períodos de actividad aleatoria frenética en sí mismos no son particularmente peligrosos. Arce nunca ha oído hablar de una mascota que haya sufrido una lesión grave a causa de los zoomies. “Si está en el interior y está preocupado, retire cualquier objeto frágil del camino del perro. Si sucede mientras camina, mantenga un control firme de la correa para que su perro no se escape. Si lleva a su perro a algún lugar que podría ser peligroso para un FRAP, como hacer turismo en un acantilado, considere dejar que la mascota saque el exceso de energía de antemano”, concluyó el especialista.
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