¿Qué pasa cuando el perro no tiene cola?
Más allá del innecesario sufrimiento que provoca el corte de cola y orejas a un perro con mero fundamento estético, su ausencia perjudica la comunicación.
Por suerte hay actualmente una conciencia mayor evitando y condenando el corte de colas y orejas en los perros y hasta en algunos países se los prohíbe enfáticamente con penas ejemplares.
Un perro con la cola o con las orejas cortadas, o ambas, puede tener graves problemas de conexión o comunicación ante otros perros. Le falta una herramienta de comunicación natural y efectiva ya que el resto del cuerpo no compensa el grado de expresión que tienen estas partes tan importantes a la hora de comunicar.
“Más contento que perro con siete colas”: siete funciones de la cola del perro
1. En la lactancia
Los cachorros comienzan a mover su cola a partir de las dos semanas de vida. Antes permanecían inmóviles. A partir de ese momento, las colas de los cachorros se mueven intensamente, mientras toman la leche de su madre.
Hasta entonces todo había sido placer y pertenencia. A esa edad por su tamaño relativo, por el contacto y la contigüidad con sus hermanos y por la percepción comienzan a tener noción de la existencia de la competencia por la teta y la cola corporiza ese estado de conflicto. Allí es que comienza a transformarse en el órgano semáforo de los sentimientos. Los cachorros hijos únicos retrasan considerablemente el comienzo del meneo de su cola.
2. Termómetro de emociones
La cola del perro también sirve para transmitir emociones dependiendo de la combinación de su movimiento y posición con el de otras partes del cuerpo componiendo así un significado emocional.
3. Para mantener su equilibrio
La cola y también le sirve al perro para mantener su equilibrio, por ejemplo al hacer giros cerrados, mientras nada, al caminar por senderos angostos o cuando salta.
En los perros nadadores las colas son un verdadero timón, gruesas, cortas y muy peludas se adaptan a esa función.
4. A manera de echarpe: Las razas de clima frío, suelen tener la cola en forma de hoz para retener el calor cuando duermen colocándola a manera de bufanda.
5. Para comunicarse con personas y otros animales
Los perros nunca mueven la cola para sí mismos. Siempre lo hacen teniendo en cuenta a los demás.
Se ha comprobado que no mueven su cola cuando están solos. Es que no tienen necesidad concreta de hacerlo. Moverla en esa circunstancia sería como comunicarse con ellos mismos y sería algo absolutamente innecesario.
6. Para liberar aromas de las glándulas perianales
Los movimientos de la cola de los perros ayudan, a modo de ventilador, a difundir los aromas desprendidos por las sustancias emanadas de las glándulas perianales, el “documento de identidad y del estado de ánimo” del perro.
Estos aromas tienen fines reproductivos y vinculares porque cada perro tiene un olor único y propio de él o de ella y esos olores son una fuente de señalización, marcan el territorio y comunican una actitud.
Las glándulas perianales tienen una secreción de olor muy intenso, más bien fétido, tal vez el peor olor, el más feo que alguien haya olido en su vida pero contiene almizcle que fija y acentúa las fragancias por lo que con muy poco marcan y comunican mucho.
Un perro dominante o “alfa” que lleva su cola en alto va a liberar más de su olor comparado con un perro que lleve la cola hacia abajo, queriendo más bien esconder su olor distintivo para pasar desapercibido. Estos aromas forman el famoso “mapa olfativo”, lo que le sirve al perro para orientarse en tiempo, espacio y vínculo.
7. Cuando están tratando de vincularse con el sexo opuesto con fines “non sanctos”
Cuando un perro y una perra se quieren aparear se comunican meneando la cola en forma muy parecida a lo que podríamos llamar un “ataque de alegría” (de hecho lo es), pero se diferencia en la expresión por la variación en la velocidad del movimiento de la cola, y en la postura de sus orejas y el hocico.
Todos conocemos el dicho popular que dice: “Más contento que perro con dos colas” y es indudable que resultar más que cierto y porque queda demostrada la ajustada relación entre el estado de ánimo de los perros y la postura y el movimiento de sus colas…
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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