Muchas veces un perro, no importa su tamaño, al ver a alguien que llama a la puerta, cambia su apariencia bonachona y bucólica por una apariencia amenazante y feroz actuando como si le fueran a arrancar la pierna al empleado de correos o quien fuera si tan solo pudiera atravesar la ventana.
Nadie sabe porqué algunos perros eligen a alguien como amenaza perfecta pero este fenómeno ocurre. Probablemente simplemente están cuidando de los suyos. Todos los perros son algo guardianes. Lo han heredado de sus ancestros, ya que debían defender de los invasores sus territorios y sus provisiones limitadas.
Toda profesión relacionada con llamar a la puerta, como los empleados de correos por ejemplo, son un blanco fácil de este comportamiento. Esto es lo que ha sucedido: la primera vez que el perro escuchó a este extraño acercarse a la puerta, se alarmó. Al principio, probablemente retrocedió un poco, pero un día de coraje, dio un pequeño ladrido.
Sus dueños se acercaron rápidamente para ver qué causaba la conmoción. El empleado de correos, por supuesto, dejó la correspondencia y se marchó. La combinación de los halagos por parte de sus dueños y la retirada del empleado de correos hizo muy felices a los perros. Ellos suponen simplemente que asustaron al empleado de correos.
De allí en adelante, refuerzan ese comportamiento y se sienten confiados de poder proteger a sus hogares de estos amenazantes visitantes, de modo que siguen ladrando cada vez.
Empleados de correos, inspectores de la compañía de gas, mensajeros que dejan paquetes, y cualquier otro extraño que se acerca a propósito a la casa y luego parece como si emprendiera una retirada cuando se le ladra, todos recibirán la misma reacción.
Casi todos los perros tienen un impulso instintivo de proteger sus hogares, pero esa no es la única razón por la cual se agitan cuando llega el correo.
Parte de ella es mera anticipación. Los perros están en sincronía con ritos y rituales a tal punto que si fueran personas, se los rotulaba como obsesivos-compulsivos.
Es probable que los perros comiencen a pensar en él cuando se levantan a la mañana, y su excitación aumenta a medida que pasa el tiempo. Para cuando llega el empleado de correos, están altamente estimulados y listos para la acción.
Los perros que pasan sus días solos se agitan de manera especial porque sienten que se los han dejado a cargo de la casa. Si no ladran como locos y advierten a los intrusos de su presencia, ¿quién lo hará?
Es por eso que llegan a la conclusión de que están de guardia por si alguien se acerca a su propiedad y actúan en consecuencia siendo coherentes con el pacto animal más antiguo: me das de comer de día y yo te cuido de noche (y de día también).
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero. @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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