Febrero de 2016. Aldo Benito Roggio quedaba en la mira en los tribunales de Comodoro Py. La justicia abría un expediente para investigar las irregularidades en la construcción de una planta de agua de AySA que construyó un conjunto de empresas lideradas por la brasileña Odebrecht y por Roggio SA. El Lava Jato ya había estallado en Brasil y Estados Unidos, donde varios directivos de la constructora habían confesado el pago de millonarias coimas como parte de un acuerdo judicial.
Cinco meses después, Aldo Benito Roggio y sus tres hijos -que ahora manejan el grupo empresarial- constituyeron tres sociedades offshore en las Islas Vírgenes Británicas (BVI). Fue entre julio y noviembre de 2016, y el objetivo -según los documentos - era abrir cuentas bancarias en Suiza y los Estados Unidos. La información surge de los casi 12 millones de documentos de Pandora Papers, obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y compartidos con el equipo argentino que integra Infobae, junto a La Nación y elDiarioAR.
Para esa época, era vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, lo que le implicó a Aldo Roggio ser catalogado en los archivos internos del estudio panameño Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal) como uno de los beneficiarios finales de “alto riesgo” (”nivel 6″) dentro de los clientes de ese bufete proveedor de servicios offshore.
“La constitución de las compañías responde a objetivos de planificación familiar y son de carácter personal y familiar. Aldo Roggio y sus hijos las incluyen en sus declaraciones juradas impositivas y a todos los efectos fiscales pertinentes”, respondió un vocero de la familia Roggio, ante la consulta del equipo argentino de ICIJ. El portavoz, además, mostró documentos que corroboran que habían sido declaradas ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En Pandora Papers aparecen, además, documentos sobre una herencia de dos tíos de Aldo Roggio, que estuvo estructurada a través de un fideicomiso en las Islas Vírgenes. Las ganancias de ese fideicomiso -afirmó el vocero de Roggio- fueron igualmente declaradas ante la autoridad fiscal.
Roggio es un referente de la construcción y el transporte. Tras el escándalo por el caso Odebrecht, expediente que está camino al juicio oral, el empresario volvió a quedar bajo la lupa por haber sido uno de los arrepentidos en el caso de los cuadernos de las coimas. Después de su confesión, en agosto de 2018, Roggio se retiró como cabeza del holding familiar y le traspasó las acciones en 2020 a sus tres hijos.
Benito Roggio e Hijos SA es la firma que controla Metrovías, concesionaria del subterráneo de Buenos Aires, y de Cliba, a cargo de la recolección de la basura en la Ciudad. Roggio admitió ante la Justicia que para mantener sus contratos con el Estado nacional hizo pagos ilegales para la campaña electoral, así como el pago de un 5% en “retornos” de lo que recibía en subsidios al transporte al ex exsecretario de área de los Kirchner, Ricardo Jaime, hoy preso por corrupción.
Operatoria offshore familiar
A mediados de 2016, la familia Roggio tocó las puertas del estudio Alcogal para contar con una estructura offshore para toda la familia, según surge de los documentos de Pandora Papers.
Gotland International Limited es la primera de las compañías registradas, el 5 de julio de 2016 en las Islas Vírgenes Británicas (BVI). Sus beneficiarios finales son Aldo Roggio y sus tres hijos: Lucía Inés, Martín Benito y Rodolfo Roggio Picot. También aparecen como los apoderados de esta sociedad de papel.
El 7 de marzo de 2017, Aldo y sus tres hijos firmaron un acta para abrir una cuenta bancaria a nombre de Gotland International Ltd en el EFG Bank, de Suiza, y en el EFG Capital, de Miami. A su vez, los cuatro son autorizados por los directores de la sociedad - prestanombres del estudio Alcogal - para operar y disponer de los fondos de esas cuentas.
La segunda compañía se creó apenas ocho días después de la inscripción de la primera offshore. Graymark International Limited fue incorporada el 13 de julio de 2016, en el mismo archipiélago de BVI en el Caribe, conocido como una jurisdicción opaca y de baja tributación. En los documentos no aparecen datos extra de esta sociedad, pero la familia Roggio explicó que se utiliza para administrar un fideicomiso ciego para los hijos de Aldo Roggio.
La tercera compañía se inscribió unos tres meses más tarde: Linhill International Limited fue incorporada el 25 de octubre de 2016 en Islas Vírgenes Británicas, con los mismos beneficiarios finales y apoderados. Los directores son empleados de Alcogal, como en los casos anteriores. Roggio y sus tres hijos figuran como accionistas.
“Las sociedades realizan inversiones en activos financieros a través de carteras de inversión en diferentes entidades y no han adquirido otro tipo de bienes, muebles o inmuebles”, respondió la familia ante la consulta del equipo argentino de ICIJ. Y precisaron que “se encuentran actualmente activas”.
Ante la consulta de ICIJ, Alcogal sostuvo que “se adhiere a todos los requisitos legales en la prestación de servicios corporativos y de formación de empresas, en pleno cumplimiento de todos los requisitos aplicables en todas las jurisdicciones en las que operamos”. El estudio panameño es un proveedor offshore de referencia para políticos y gente adinerada en América Latina.
Cuentas en el exterior
Los Roggio también abrieron más cuentas bancarias en el extranjero. Entre septiembre y diciembre de 2016, solicitaron la apertura de cuenta en el JP Morgan de Nueva York a nombre de Gotland International Limited, según una carta que consta en los registro de Alcogal. Y el 14 de diciembre de 2016, presentaron formularios para la apertura de cuenta de ahorros e inversiones a nombre de Linhill International Limited.
Ante el banco, los Roggio se presentaron como los beneficiarios finales de Gotland y se comprometieron a certificar “la debida información a las autoridades fiscales argentinas de todos los activos mantenidos en JPMorgan y en cualquier Morgan Afiliados”. Los tres hijos de Aldo Roggio declararon en un formulario ante el JP Morgan que cada uno de ellos tenía el 33,33% de las acciones de Gotland por lo que Aldo Roggio habría dejado de ser accionista de la offshore para septiembre de 2016, el año que comenzó a ser investigado por el escándalo de Odebrecht.
La constructora de los Roggio, socia de la brasileña en la planta de Aysa, sostuvo en la Justicia que no participó del pago de sobornos, mientras que los ex funcionarios kirchneristas niegan haber recibido pagos indebidos o haber direccionado las licitaciones. Dos años después, Aldo Roggio quedó involucró en el escándalo de los cuadernos de las coimas en la obra pública y los subsidios estatales al transporte otorgados por el Gobierno nacional.
Graciela Roggio
Las acciones de Roggio SA estaban hasta 2020 a nombre de Aldo y su hermana, Graciela Roggio. Los hermanos era dueño, además de una financiera, Doya SA, con el 14,77%. El Grupo Roggio también tiene negocios en Perú, Panamá, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Se destaca en la construcción (Benito Roggio e Hijos, Sehos y Haug), transporte (Metrovías, Benito Roggio Transporte y Benito Roggio Ferroindustrial), servicios ambientales (Benito Roggio Ambiental, Cliba, Tecsan y Envairo), provisión de agua (Aguas Cordobesas) y tecnología de la información (Prominente), a cargo de Graciela Roggio). También es dueño de casinos (19 salas de slots, casinos de paño en 17 ciudades de Córdoba) y gerencia 4 hoteles-sasinos de la cadena Howard-Johnson, según informa el grupo en su sitio web oficial.
De perfil mucho más bajo que su hermano, Graciela Roggio también tuvo una sociedad offshore. Junto a sus hijos Fernando, Florencia y María Lejarza -actuales accionistas del grupo- la empresaria figura en los documentos de Pandora Papers. Aparece como accionista, apoderada y directora de la compañía Signature Summer Adventures Ltd, inscripta también en Islas Vírgenes Británicas, el 7 de febrero de 2014. “La sociedad creada por Graciela Roggio y sus hijos nunca operó, ya que fue constituida para una actividad en el exterior que nunca se desarrolló”, respondió la familia.
Una herencia millonaria y un fideicomiso
La familia figura, además, en los documentos de un fideicomiso offshore en BVI registrado en 2004 y administrado por el estudio Trident Trust Company. Los activos fueron transferidos al fideicomiso por dos tíos de Aldo y Graciela, Iride Rosa Verzini De Conti y Américo Humberto Conti.
Tras el fallecimiento de ambos, en 2009, Aldo Roggio y otro familiar solicitaron en una carta a Trident “la distribución de los activos existentes entre los beneficiarios designados por el matrimonio Conti en un todo de acuerdo a las instrucciones que ellos impartieran a la firma del contrato y posteriores modificaciones introducidas”.
“Estas participaciones o dinero en efectivo serán transferidas por parte del fideicomiso o Trust a las cuentas bancarias estipuladas por cada uno de los beneficiarios”, agregaron. “Esta notificación se la hacemos llegar en nuestra calidad de Protectores del Fideicomiso tal cual fuéramos designados por el matrimonio Conti al constituir el mismo”.
El fideicomiso superaba entonces los USD 5,5 millones. Aldo Benito Roggio recibió poco más del 5%, al igual que su hermana. “Aldo Roggio y Graciela Roggio declaran en el impuesto a las ganancias y en el impuesto a los bienes personales los bienes recibidos en calidad de herederos”, respondieron en la familia al equipo de ICIJ.
Desde el estudio Trident Trust, señalaron ante la consulta de ICIJ que “cada uno de los negocios de servicios corporativos y fiduciarios (del bufete) está regulado en la jurisdicción en la que opera y está totalmente comprometido con el cumplimiento de todas las regulaciones aplicables. Trident coopera habitualmente con cualquier autoridad competente que solicite información. Trident no habla de sus clientes con los medios”.
El equipo argentino de Pandora Papers está formado por Mariel Fitz Patrick, Sandra Crucianelli e Iván Ruiz, por Infobae; Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky y Ricardo Brom, por La Nación; y Emilia Delfino por elDiarioAR.
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