Maduro y su guerra de encuestas

El régimen puso en marcha una sofisticada operación de propaganda para, a través de encuestadoras fantasmas, confundir a la opinión pública nacional e internacional

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Nicolás Maduro (EFE/ Miguel Gutiérrez)
Nicolás Maduro (EFE/ Miguel Gutiérrez)

En las últimas semanas, firmas de dudosa procedencia han aparecido en la opinión pública con estudios fantasmas sobre intención de voto en las elecciones presidenciales. Una de las firmas que ha salido a relucir en esta contienda electoral lleva por nombre Data Viva, una compañía que apenas empezó a realizar encuestas de opinión en julio del 2023, sus estudios son difundidos por medios controlados por el régimen o influencers que defienden oscuros intereses. El portal Cazadores de Fake News (@cazamosfakenews) destacó que el “consultor externo” de la supuesta empresa de análisis de datos es el académico chavista Miguel Ángel Contreras Natera.

De tal manera que el régimen de Maduro ha venido adelantado una sofisticada operación de propaganda para, a través de encuestadoras fantasmas, confundir a la opinión pública nacional e internacional con respecto a la posibilidad de un triunfo de Maduro. La verdad es que todos los estudios de opinión realizados por empresas serias, tanto nacionales como internacionales, muestran una fotografía nítida y cónsona con lo que se respira en la calle: Edmundo González tiene una diferencia significativa e irrevocable sobre el dictador Maduro.

Una de las últimas encuestas serias que se dio a conocer recientemente fue elaborada por DavidBluestone y Consultores 21. Se trata de uno de los instrumentos más serios en esta época, ya que abarcó 1500 hogares venezolanos con votantes seguros, es decir con quienes aprueban previamente un test de 10 preguntas sobre su disposición de votar el 28 de Julio. La encuesta fue hecha en vivo y directo, no a través de teléfono o redes sociales, algo difícil de encontrar en la Venezuela de hoy en día.

En cuanto a los resultados de dicho estudio, tenemos varias premisas relevantes. Lo primero es que 66% de los encuestados quiere un cambio de rumbo, desea que Maduro no siga en Miraflores. Es decir, hay una decisión que la inmensa mayoría ya tomó producto del hartazgo con la situación económica, política y social, no se trata entonces de un país polarizado o de dos bloques enfrentados; se trata de una mayoría apabullante que pide cambio a gritos.

Edmundo Gonzalez y Maria Corina Machado (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)
Edmundo Gonzalez y Maria Corina Machado (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

Lo otro que refleja el estudio es que 67% de los venezolanos está decidido totalmente a votar el 28 de julio. Esto es muy relevante, ya que venimos de años de desconfianza en la ruta electoral, dado las condiciones desventajosas del sistema electoral y las pocas garantías para el ejercicio del voto libre. No podemos olvidar que la sola inscripción del candidato de la Unidad Edmundo González significó una carrera de resistencia, luego de las inhabilitaciones de María Corina Machado, la abanderada de la oposición en elecciones primarias, y su posterior sustituta Corina Yoris, a quien tampoco se le permitió inscribirse.

Aunado a ello, el estudio arrojó que, a pesar de las condiciones adversas de la campaña y el clima de represión, el candidato Edmundo González tiene una ventaja de 21 puntos sobre el dictador Nicolás Maduro. Si la elección fuera hoy, con todos sus desbalances, los resultados serían: 56% para Edmundo González y 35% para el dictador Nicolás Maduro. Esto es crucial por tres razones: la primera es la cultura democrática venezolana que, sabiendo todos los vicios electorales, está decidida a vencer democráticamente una dictadura y, en segundo lugar, entender que se gana con una diferencia de 21 puntos, sin contar que fuera de Venezuela hay alrededor de 3.500.000 de electores que no pudieron votar.

En tal sentido, los resultados de esta encuesta son compatibles con el clima de frescura, esperanza y cambio que se respira en las calles de Venezuela. Apenas esta semana empezó la campaña con un acto multitudinario en la ciudad capital del país, donde miles de personas se volcaron a calas calles para respaldar a la oposición democrática.

Lo que se ha logrado en Venezuela hasta ahora es un milagro. Hace apenas unos meses parecía una utopía la posibilidad de tener un candidato, de ir unidas todas las fuerzas del cambio bajo una bandera, de tener una líder nacional y de tener al país entusiasmado por los cuatro costados. Hoy tenemos todo eso y estamos a escasos 23 días de lograr la libertad definitiva para Venezuela y el inicio de un nuevo ciclo que tiene que ser el renacer de una gran nación.

A pesar de la atmosfera de esperanza, no podemos caer en triunfalismo: Maduro y su grupo harán hasta lo imposible por desconocer el mandato de la gente y aferrarse al poder a cualquier costo. Habrá que estar bien despierto y no olvidar que el voto del pueblo y el apoyo internacional son las herramientas para devolverle a Venezuela su democracia.

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