México: el ocaso de los dinosaurios

El próximo 2 de junio, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se presentarán ante el soberano para cautivar su favor

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Claudia Sheinbaum se ubica por delante de Xóchitl Gálvez, de acuerdo con la encuesta de encuestas de Polls.mx rumbo a la Presidencia. (X/@Claudiashein y @XochitlGalvez)
Claudia Sheinbaum se ubica por delante de Xóchitl Gálvez, de acuerdo con la encuesta de encuestas de Polls.mx rumbo a la Presidencia. (X/@Claudiashein y @XochitlGalvez)

El próximo 2 de junio Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se presentarán ante el soberano para cautivar su favor. Según las encuestas, Claudia Sheinbaum, abanderada de Morena, lleva un ventaja cómoda que la hace aparecer como la virtual presidente electa de México. Xóchilt Gálvez, por su parte, representa una coalición de partidos tradicionales como el PRI y el PAN y el PRD, este último formado por Cuauhtémoc Cardenas y Porfirio Munoz Ledo, jóvenes turcos del PRI quienes decidieron no tolerar más el régimen represivo del partido de la revolución y formar tienda aparte. La coalición que apoya a Xóchilt Gálvez representa el canto del cisne de la política tradicional mexicana iniciada hace más de un siglo por los fundadores del PRI y del PAN. El primero, con la misión de proteger los logros de la Revolución Mexicana. El segundo, como organización avocada a la defensa del catolicismo y la libre empresa. El PRI dio origen a dos partidos políticos, el PRD y Morena creado por Andrés Manuel López Obrador cuando el PRI le negó la candidatura presidencial.

Pero más allá de las banderas que ambas candidatas representan, sin sospecharlo van a ser protagonistas del fin de una época latinoamericana caracterizada por el protagonismo político de agrupación multi clasistas al estilo del APRA del Perú, Liberación Nacional de Costa Rica; Acción Democrática de Venezuela y el Partido Justicialista de Argentina. Estos partidos triunfaron en amalgamar una población latinoamericana que cabalgaba entre la economía agrícola y la industrial. De allí que era menester unir en una sola organización a terratenientes; campesinos, obreros, empresarios, intelectuales y las emergentes clases medias urbanas. Pero el tránsito de la economía industrial a la digital prioriza la participación de las clases medias y la defensa de intereses concretos dentro de una tolda política dada. Por ello la estructura partidistas del inicio de la democracia no representan hoy a las generaciones formadas luego de la irrupción del internet en nuestras vidas.

La ausencia de consenso sobre la dirección que México deberá tomar dentro de la coalición que apoya a Gálvez se ha notado en sus mensajes de campaña. Casi todos se refieren a los desmanes, errores y omisiones del actual gobierno. Porque de profundizar en una estrategia política dada corre el riesgo de perder miembros de la coalición. Así, una vez contados los votos la coalición que apoya a Xóchilt se va a desvanecer, primero como consecuencia de las recriminaciones mutuas sobre quien es el padre de la derrota y luego porque durante el periodo constitucional que se avecina van a exhibir una minoría parlamentaria. Esta minoría podría ser suficiente para bloquear cualquier reforma constitucional que impulse Morena, pero no para impulsar reformas democratizantes y liberadoras de la economía. Y allí la Sra Gálvez posiblemente juegue un importante rol en mantener la unidad de la coalición que la presentó como candidata a la presidencia para que actúe como muro de contención a las políticas de Morena.

Entra en juego entonces la figura de Claudia Sheinbaum. Muchos analistas mexicanos temen que este segundo mandato de Morena se caracterice por el talante represivo, desafiante y francamente equivocado del actual presidente contra los medios de comunicación, la libre empresa y las salvaguardias democráticas.

Imagen de archivo de la candidata Claudia Sheinbaum (REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha)
Imagen de archivo de la candidata Claudia Sheinbaum (REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha)

Esto, sin embargo, aun cuando puede ser posible afectaría de manera brutal la gestión de la nueva presidente. Porque si bien es cierto que en la esfera de las inversiones extranjeras, la nueva presidenta dispondrá de un aluvión de ingresos, existen otros dilemas de naturaleza estructural que difícilmente se podrán resolver sin lograr mayorías parlamentarias transitorias. Tal es el caso de la crisis energética producto de la cesación del plan de liberación acordado y legislado por el ex presidente Peña Nieto.

Otro problema realmente grave es la escasez de agua potable que amenaza con crear rebeliones en las barriadas de las principales ciudades mexicanas. Ni hablar del crimen organizado cuya impronta ha dejado de ser oculta para desfilar por las ciudades que cubren la ruta del las drogas atemorizando a la población y decidiendo quienes pueden o no optar por cargo electivos como munícipes; alcaldes y gobernadores. La revista Insight Crime calculó hace un par de años que el 35% de las ciudades pequeñas o medianas de México están controladas de manera efectiva por los carteles de la droga. El flujo de migrantes desde toda América Latina, el Caribe y ultramar es otro problema grave que tiene repercusiones para las relaciones con Estados Unidos. Ninguno de estos problemas puede ser atendido con efectividad sin contar con el apoyo del congreso. Y si bien Morena parece estar encaminado a preservar la actual mayoría parlamentaria no luce factible que alcance la super mayoría de dos tercios.

Xóchitl Gálvez (Cuartoscuro)
Xóchitl Gálvez (Cuartoscuro)

El único ángulo positivo para la nueva presidenta es el aluvión de inversiones extranjeras que se intensificará con la salida de López Obrador a quien el sector privado mundial ve como una amenaza. Porque, gracias a lo que se denomina en ingles near shoring que no es otra cosa que aprovechar la existencia de un tratado de libre comercio entre Estados Unidos y México para abrir operaciones en territorio mexicano, explotar una estructura de costos menor que la predomina en Estados Unidos y por esa via servir mejor a los consumidores del mayor mercado del mundo.

Para fortuna de México tanto la Sra Sheinbaum como la Sra Gálvez son emprendedoras. Por tanto, saben el valor de las inversiones y la necesidad de que fluyan para tener un mayor caudal de impuestos y tributos con que atacar el listado de problemas que comienzan a amenazar la tradicional estabilidad política mexicana. Por ello, ninguna de las dos va a tomar medidas que impidan el arribo de estos flujos. El presidente López Obrador, entonces, pareciera en camino de escribir sus memorias porque si piensa que la Sra Sheinbaum va a ser una suerte de títere, van a abundar sorpresas. De igual manera, si la dirigencia política tradicional espera que la Sra Gálvez lleve a cabo un esquema clientelista como ha sido la tradición del pasado encarnada por el PRI y el PAN, se va a estrellar contra un muro. Porque se trata de una exitosa emprendedora dueña y líder de una empresa de servicios tecnológicos que sabe competir en el mercado norteamericano.

En síntesis, estas elecciones serán irremediablemente ganadas por una persona que representa la clase media formada a la sombra del tratado de libre comercio con Estados Unidos y como tal ve al mundo con la lente global; sabe competir y esta familiarizada con la mayor democracia liberal del mundo. Una va a ser presidenta y la otra seguramente emergerá como líder parlamentario. Con cualquiera de ellas los dinosaurios de la política mexicana pasarán por fin a retiro. Porque otros dos factores que pesarán en esta elección y en las próximas son el naciente Movimiento Ciudadano, partido que integra cientos de organizaciones de la sociedad civil y los mexicanos residentes en Estados Unidos. Estos últimos han tomado conciencia de la significación de las transferencia que hacen para mantener a sus parientes en México y no están dispuestos a votar por alguien que ponga en peligro el uso de esos recursos. El crecimiento de Movimiento Ciudadano se vio claro en la preferencia de los estudiantes universitarios por Jorge Alvarez Máynez su candidato. Para incentivar el voto juvenil todas las universidades de México llevaron a cabo un simulacro de elecciones hace unos meses. El resultado fue la victoria de Sheinbaum como primera opción y Alvarez como segunda. Esto revela que los partidos tradicionales tampoco cuentan con una fuente de crecimiento.

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