Edmundo González: la esperanza de una nación

La oposición depositó su confianza en el diplomático para que derrote a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio y encabece una transición democrática en Venezuela

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Edmundo González, principal candidato presidencial de la oposición venezolano (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)
Edmundo González, principal candidato presidencial de la oposición venezolano (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

Fueron muchas horas de trabajo, reuniones interminables y sesiones permanentes para llegar a un acuerdo sobre una candidatura unitaria que tuviera el apoyo de toda la unidad democrática y la líder del proceso, María Corina Machado. Así fue como decidimos depositar nuestra confianza en el diplomático Edmundo González para que nos represente en las elecciones presidenciales del próximo 28 de Julio, derrote a Nicolás Maduro y encabece una transición democrática.

La elección de Edmundo González fue muy importante por dos cosas. Lo primero fue que se hizo en perfecta unidad. Los diez partidos que conforman la Plataforma Unitaria y María Corina Machado le levantaron la mano al embajador. Lo segundo es que el otro candidato que corría, Manuel Rosales, le dio su apoyo y decidió retirar su candidatura. Razón por la cual Maduro quedó muy golpeado, pues no logró fracturar la unidad que era su principal objetivo y tampoco logró sacarnos de la ruta electoral. El régimen nunca se esperó que las fuerzas democráticas lograran superar todas las diferencias, unirse alrededor de un nombre y poner por encima de todo el interés nacional.

Cabe recalcar que Edmundo González ya fue admitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como candidato; por lo que no pueden excusarse en ninguna inhabilitación para retirarlo de la carrera, como sí hicieron con María Corina Machado o bloquear su postulación como hicieron con la doctora Corina Yoris. Edmundo González ya está inscrito y es hora de que Maduro respete el derecho a elegir de los venezolanos.

Para quienes no conocen a Edmundo González, les puedo decir que es más que un embajador. Es cierto que tiene una carrera diplomática intachable, siendo jefe de la misión diplomática de nuestro país en países como Argentina. Pero su servicio a la nación va más allá de eso. Edmundo no ha descansado en ayudar a armar las piezas del rompecabezas de la unidad opositora, es como esos grandes constructores en silencio, esos líderes tras bastidores que no esperan el aplauso o la reivindicación para ponerse manos a la obra. Conozco a Edmundo desde hace muchísimos años, hemos compartido durante años las trincheras de lucha democrática en Venezuela, pero también hemos construido una bonita amistad.

No solo doy fe de su talante democrático y su compromiso irrestricto con el país, sino que puedo dar testimonio de su calidad humana, su sentido de solidaridad, su solvencia moral y, sobre todo, su capacidad para poner el interés superior por encima de cualquier ego. Sin lugar a duda, es un venezolano abnegado, de esos que no le importa sacrificarse por lograr un objetivo mayor, en este caso, la libertad. Sé que no ha sido fácil para él asumir este reto de guiarnos hacia la democracia y sé que está consciente de las presiones que vendrán por parte de la dictadura, pero no tengo ninguna duda de que sabrá superarlas.

Quiero aprovechar este espacio para hacerle un reconocimiento especial a María Corina Machado, quien ha demostrado liderazgo, desprendimiento y sentido de unidad. No ha permitido que el régimen nos saque de la ruta electoral, ha acompañado a la Unidad en todo momento; y no ha dejado de movilizar y entusiasmar al país con sus recorridos por toda Venezuela. A ella, mi reconocimiento y apoyo absoluto.

En este momento, necesitamos que la comunidad internacional acompañe la decisión histórica de la Unidad con respecto a la candidatura de Edmundo González. Necesitamos que el mundo libre rodee a nuestro candidato y le suba los costos a Maduro con respecto a cualquier acción que pueda emprender en su contra. Las fuerzas democráticas hicimos una parte del trabajo: tenemos una candidatura unitaria. Ahora le toca a la comunidad internacional, y muy especialmente a los gobiernos de izquierda de Colombia y Brasil, hacer entrar en razón al dictador sobre las consecuencias de cerrarle el derecho al voto a todo un país.

¡Nadie nos sacará de la ruta electoral!

Unidad y voto.