¿Es posible vencer a la dictadura de Maduro en el 2024?

El camino hacia la victoria no esta libre de retos, enfrentamos una dictadura. Aquí propongo reflexiones y acciones necesaria

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El dictador venezolano Nicolás Maduro. REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria
El dictador venezolano Nicolás Maduro. REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria

En el complejo panorama de la Venezuela actual, nos encontramos inmersos en una odisea democrática, buscando el regreso a la casa de la libertad, al reencuentro con nuestros afectos y a lo que alguna vez consideramos normalidad, a nuestra Ítaca.

Como Odiseo, los venezolanos desafiamos tormentas y hemos superado pruebas para poder reunirnos de nuevo con y en nuestro país; los venezolanos sorteamos hambre, persecución, torturas y violaciones sistemáticas de nuestros derechos humanos. Pero como expresó el poeta Homero refiriéndose al héroe, “En su pecho la esperanza ardía siempre, como la luz sagrada en el santuario de una diosa”, y como el héroe, los venezolanos jamás hemos dejado de insistir.

El primer desafío que superamos en esta nueva etapa fue reunificar a la oposición: lograr la Primaria en Terreno Hostil.

En ambiente hostil y de persecución, participaron muchas más personas dentro y fuera de Venezuela de las que la dictadura pensó posible. La celebración de la primaria fue un éxito, un logro ciudadano que movilizo a más de 2.5 millones de ciudadanos comprometidos con el cambio en nuestro país.

A pesar de los intentos de sabotaje internos y externos, el régimen no pudo detener la expresión ciudadana que demostró la fuerza y determinación del pueblo venezolano.

Hay muchas batallas en desarrollo para los miles de “Odiseos” que han luchado, luchan y lucharán por el abrazo de sus afectos en casa, siendo así la siguiente prueba aquella que corresponde a la diplomacia: Hacer cumplir el acuerdo a Maduro.

Con la facilitación del Reino de Noruega y el acompañamiento de los Estados Unidos, logramos un acuerdo que busca habilitar a la candidata electa, María Corina Machado. Sin embargo, nuestra esperanza no solo puede depender de que la dictadura de Maduro cumpla con su parte del pacto.

La comunidad internacional tiene el deber de hacer seguimiento al estricto cumplimiento de lo acordado, la oposición venezolana honró su compromiso, la elección debe ser en 2024, pero la ausencia de una fecha precisa y la carencia de condiciones necesarias, se convierten en palancas de negociación utilizadas por el régimen; pero no puede dársele acceso a esa opción, hay que hacerlos cumplir y recordar entre otras cosas deben esa elección desde 2018.

Serán muchos los desafíos siguientes, y todos rodeados de conflictos en el mundo; encuestas y crisis energética: Las fichas sobre la mesa. Todas las encuestas indican que Maduro será el perdedor en este juego democrático.

La crisis energética mundial pone de manifiesto la paradoja de Venezuela, un país petrolero sumido en el caos de la pobreza. La gestión negligente y corrupta de los recursos por parte de Maduro ha llevado a la ruina a una nación con vastas reservas petroleras.

Ante ello es significativo recordar que solo una Venezuela democrático representa la posibilidad de un proveedor confiable de energía en el hemisferio, lo contrario, la aproximación que normaliza al régimen, solo incrementa la inestabilidad de un mundo ya considerablemente atribulado.

Y en un ya complejo escenario internacional: Las peligrosas alianzas de Maduro, estrecho aliado de Vladimir Putin, socio de organizaciones terroristas como Hamas y en general cómplice de los enemigos de los principios democráticos al redor del mundo, representa una amenaza para la seguridad del continente.

Mientras Putin prosigue la guerra en Ucrania, Maduro permanece enlazado con acciones terroristas contra Israel. Esta red de conexiones compromete la estabilidad regional y pone de manifiesto la urgencia de restaurar la democracia en Venezuela.

El camino hacia la victoria no esta libre de retos, enfrentamos una dictadura. Aquí propongo reflexiones y acciones necesarias:

1. Enfoque en lo Básico, por que lo extraordinario está hecho, tenemos unidad: La defensa del voto no puede esperar, la inscripción de nuevos votantes, la participación de los millones en la diáspora venezolana y una campaña unitaria liderada por la candidata son fundamentales, todos podemos y debemos aportar en esa dirección.

2. Liderazgo de María Corina Machado: La candidata de Venezuela, María Corina Machado, enfrenta el reto de convertirse en la líder de la oposición, evolucionar natural de la candidata y convocar a todos los sectores a unirse, con sentido de amplitud, trascendencia y propósito común.

3. Superar tentación de Plan B: La oposición tradicional debe abandonar los “cantos de sirena”, debe dejar de pensar en alternativas y luchar por hacer cumplir la voluntad expresada en la primaria, respaldando y protegiendo a la candidata legítimamente electa, es una prueba de fuego para todos. Ponerse al servicio de la candidatura unitaria y la campaña: un solo mensaje y un solo llamado a la acción de votar y defender el voto en las elecciones en 2024.

4. Acción Internacional: La comunidad internacional liderada por los Estados Unidos debe intensificar su apoyo. Las herramientas actuales deben complementarse con incentivos adecuados para que Maduro cumpla el acuerdo sin impunidad, descartando por completo el levantamiento de sanciones si Maduro incumple con lo firmado en Barbados. Sería un mal mensaje no solo a Maduro, si no, a todos sus aliados antidemocráticos en el mundo, que no se detendrán al ver que no hay consecuencias de sus actos y crímenes.

5. Empoderamiento Ciudadano: La sociedad venezolana debe sentirse empoderada. La resistencia no es fruto del azar, sino el resultado de años de lucha democrática. La nueva esperanza surge del hecho de que hemos sobrevivido, que no nos hemos rendido, de que somos mayoría y la elección es un espacio para ejercerla. El régimen hará todo lo posible para desmoralizar a los demócratas en Venezuela y el mundo.

6. Superar la alianza de las élites: La élite debe ponerse al servicio de la democracia y no ceder ante la sensación de mínima seguridad asociada a quienes tienen cercanía con los que usurpan el poder en Venezuela. Venezuela no se arregló por la sobrevivencia de un muy pequeño grupo económico, todos tenemos responsabilidades en esta nueva fase.

7. La Fuerza Armada: En este momento crucial, la mejor decisión para la Fuerza Armada es la de no intervenir. Permitir que los venezolanos se expresen y respetar su decisión de la elección en el 2024. Es un momento de sencilla ejecución de los mecanismos contemplados en la constitución, solo deben acompañar al pueblo en su deseo de cambio. Es una posibilidad de acción silente y de poco riesgo para la fuerza armada. En la odisea democrática que enfrentamos, la esperanza persiste. La victoria está al alcance, si mantenemos nuestra determinación y nos enfrentamos unidos a los desafíos que se avecinan. La democracia venezolana ha resistido la tormenta, y ahora, más que nunca, debemos mantener la llama encendida.

El deseo de libertad de nuestro pueblo es la fuerza que nos guiará hacia la victoria sobre la dictadura de Maduro. El regreso a casa es posible y no sentirnos incluso ajenos en nuestra tierra, si todos cumplimos con nuestros desafíos propios y colectivos. En mi caso, continúo al servicio de Venezuela y de la candidatura legítima y unitaria para vencer a Maduro.

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