El domingo 20 de agosto, los guatemaltecos fueron a votar y eligieron, por amplio margen, al candidato anti sistema, cuyo discurso se centró en contra de la corrupción.
Después de una campaña electoral bastante tumultuosa, con acusaciones de judicialización del proceso electoral y la descalificación de tres candidatos por temas legales (dos considerados de derecha, uno de izquierda), ha ganado, por margen contundente, el candidato “sorpresa”, Bernardo Arévalo, con más de 20 puntos de ventaja. “Tío Bernie”, como le dicen, fue el candidato al que el “establishment” político en el poder no vio llegar hasta que era muy tarde para detenerlo.
Arévalo se presentó con un partido nuevo, pequeño, de extracción social demócrata y de base urbana. Hace dos meses, ni siquiera aparecía en las encuestas y ahora es el presidente electo de Guatemala. ¿Cómo es que apareció de repente y ha ganado? ¿Por qué exactamente le ha votado el 58 % de los que acudieron a votar en la segunda vuelta? Algunos puntos a considerar:
1- Durante la campaña electoral guatemalteca, el “sistema” político - legal se encargó de descalificar y evitar que corriesen aquellos que no eran del agrado del sistema. Se vio entonces, que no pudieron participar Thelma Cabrera (de izquierdas, líder indígena), Roberto Arzú (de derecha, hijo de un ex presidente) y Carlos Pineda (de derecha populista, empresario). Este último, descalificado a poco más de un mes de las elecciones de primera vuelta y que era una estrella de las redes sociales. Estos tres candidatos tenían un discurso “anti sistema” y sus simpatizantes se quedaron huérfanos de candidato. De ahí que el voto nulo y en blanco representase casi 1 de cada 4 votos en la primera vuelta. En Guatemala, la primera vuelta la gana el voto nulo y en blanco. Luego, en segunda posición, la eterna candidata Sandra Torres y le sigue la sorpresa de la elección, Bernardo Arévalo. El mensaje era claro por parte de los guatemaltecos: estaban contra el sistema imperante y por ello, casi el 25 % de los votos emitidos fueron nulos o en blanco.
2- Bernardo Arévalo pasa a segunda vuelta básicamente con el apoyo de las áreas urbanas y el 16 % de los votos válidos. Si bien era poco conocido en las áreas rurales, tenía una ventaja: su apellido. Siendo hijo de un ex presidente muy recordado y respetado. Había hecho una campaña sencilla, sin grandes recursos, usando las redes sociales como plataforma. Como se escuchó en algunos lugares, pasa a segunda vuelta con el voto de los abuelitos que recordaban a su padre y de los jóvenes, a quienes había llegado por medio de las redes sociales.
3- La constante judicialización de las elecciones guatemaltecas continuó y algunas acciones de sus enemigos políticos, en su intento por sacarlo de la segunda vuelta, en vez de dañarlo, le favorecen. Hay algunas acciones ejercidas contra el partido que le postula, realizadas por el Ministerio Público de Guatemala, que tienen como efecto que su nombre resuene a nivel nacional e internacional. De pronto, todos están “hablando” de él en redes sociales y en las noticias.
4- El mensaje de Bernardo Arévalo y como se presenta es simple y sencillo: es anti corrupción y anti sistema imperante en Guatemala. Y este mensaje, cala hondo en el votante guatemalteco, harto de la situación económica y social del país. Esto es importante recalcar, porque buena parte del votante promedio que vota por Bernardo Arévalo en la segunda vuelta (pasa de 654 534 votos en primera vuelta a 2 441 661 votos en segunda vuelta), vota CONTRA la corrupción y contra el sistema, no precisamente por los propuesto por el partido que lo ha postulado, Movimiento Semilla, que es de corte social demócrata.
5- Sandra Torres, la candidata perdedora de la segunda vuelta (es la tercera vez que pierde), tiene un voto duro en su contra de alrededor de 800 mil personas. Y esa diferencia, es casi, la misma diferencia entre los 2.44 millones de votos que recibe Bernardo Arévalo en la segunda vuelta y Sandra Torres, que recibe casi 1.57 millones de votos). Sandra Torres, es, precisamente, quién representa ante el votante al sistema político en Guatemala.
6- Las elecciones en segunda vuelta en Guatemala no ha sido entre “conservadores” (Sandra Torres fue parte de la internacional socialista y se presenta a última hora en esta segunda vuelta como “conservadora” en temas de familia para intentar atraer el voto conservador religioso) y “progresistas”, sino entre los “pro sistema” y los “anti sistema”. En Guatemala, en la segunda vuelta, el voto que ha ganado es un voto de castigo contra el sistema y contra la corrupción, no ha sido un voto por el socialismo o la social democracia per sé.
7- Lo anterior pareciese que lo entiende el ahora presidente electo, Bernardo Arévalo, ya que en su primer discurso luego de conocerse los resultados, dijo que buscará trabajar con los sectores que no le han votado y ha dicho que no tiene en su programa intentar cambios a la Constitución. Después de todo, Bernardo Arévalo sabe que no tiene el control del Legislativo (su bancada no representa ni el 20 % del Congreso) y tiene ante sí enormes desafíos, con una población que espera cambios rápidos, tangibles. El “tío Bernie” tendrá el control del poder Ejecutivo, pero no tiene el control del poder legislativo, ni las Cortes o el control del Ministerio Público. Ante sí, Arévalo tiene como contendientes un esquema de corrupción incrustado por todos lados, con el narcotráfico y distintas mafias internacionales presentes en todo el país. Los guatemaltecos han dicho NO a la corrupción. La pregunta ahora es ¿Logrará Bernardo Arévalo cumplir las expectativas de sus votantes?
8- El caso de Guatemala, en que gana un “extraño” al sistema político no es único en el mundo y es un signo de nuestros tiempos. Algunos ejemplos claros es Donald Trump en las elecciones del 2016 en EEUU y en Argentina, las primarias que ha ganado Milei. Los votantes votan CONTRA el sistema o el partido en el poder, dando su voto al que mejor logre captar esa inconformidad.